Denuncian tala y venta de predios en zona protegida de Monterrey
Fernando Elizondo Barragán, presidente del consejo consultivo del parque nacional Cumbres de Monterrey, exigió a las autoridades de los tres niveles que se modifique la ley para poder fincar responsabilidades a quien viole el área natural protegida
Cientos de personas marcharon ayer en el Cañón de La Huasteca para exigir a las autoridades que se respete el área natural protegida del parque nacional Cumbres de Monterrey, ante las recientes denuncias de desmonte de vegetación y venta de predios en semanas recientes en los cañones de Ballesteros y de Guitarritas.
A convocatoria de organizaciones civiles y ambientalistas de la capital del estado, los manifestantes se reunieron a las nueve de la mañana a la entrada principal del parque. Minutos después, realizaron una caminata de cerca de dos kilómetros hasta llegar a un punto donde con bailes, gritos y pancartas pidieron que se respete la zona de 177 mil 395 hectáreas.
Fernando Elizondo Barragán, presidente del consejo consultivo del parque nacional Cumbres de Monterrey, exigió a las autoridades de los tres niveles que se modifique la ley para poder fincar responsabilidades a quien viole el área natural protegida.
No hay claridad. Si alguien empieza a hacer una barda que invade terrenos del cauce del río Santa Catarina, ¿quién es la autoridad competente para detenerlo? Hay dudas, yo lo he visto. Por eso desde hace tiempo promuevo un convenio de colaboración entre el orden federal, el estatal y el municipal, argumentó.
A inicios del presente año, la Secretaría de Desarrollo Sustentable del estado confirmó, tras un sobrevuelo, que se habían realizado desmontes en el área natural protegida.
Posteriormente, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que interpuso cuatro denuncias ante la Fiscalía General de la República por trabajos ilícitos en la zona.
No es la primera vez que se realizan desmontes ilegales en la zona; en 1996 se intentó construir un megadesarrollo habitacional en el Cañón de Ballesteros, con una inversión estimada en 240 millones de dólares y una extensión de 2 mil 900 hectáreas.
El proyecto fue rechazado por el ayuntamiento de Santa Catarina en 2010, tras años de batallas legales, pero ecologistas y ejidatarios temen que las obras se reanuden.
Aunque en 2000 fue decretada área natural protegida con carácter de parque nacional, la zona no cuenta con un plan de manejo, lo que dificulta aplicar sanciones.
El Parque Nacional Cumbres de Monterrey, creado en 1939, abarca 177 mil 395 hectáreas en la parte norte de la Sierra Madre Oriental y desde 2006 forma parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera.
La zona es considerada importante para la conservación de aves. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, produce 70 por ciento del agua que se consume en Monterrey y en ella habitan mil 368 especies de flora y fauna, 73 consideradas en peligro de extinción.
Además de los alrededor de mil ciudadanos convocados por las organizaciones civiles Reforestación Extrema, Pronatura y Vertebra, en la marcha participaron legisladores federales, entre ellos Samuel García, del Partido Movimiento Ciudadano, y Hernán Salinas, de Acción Nacional, así como diputados locales.