¿Dónde están?... incierto, el destino de 33 obras pictóricas que estaban en Los Pinos
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El pintor juchiteco, Francisco Toledo, Irma Palacios y Sergio Hernández envían carta a la titular de la Secretaría de Cultura federal para que dé a conocer el paradero de 33 obras
Los pintores Francisco Toledo, Sergio Hernández e Irma Palacios (autora del cuadro Huellas del camino) solicitaron a la titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto, les informe sobre la ubicación y estado de las obras que crearon en 1993 por encargo del entonces presidente, Carlos Salinas para formar lo que se llamó Colección de pintura de la residencia presidencial Los Pinos.
Son 33 los cuadros del acervo. Además de quienes ahora piden conocer el paradero de las obras, figuran las de Gustavo Aceves, Enrique Canales, Miguel Castro Leñero, Rafael Cauduro, Alejandro Colunga, Rafael Coronel, Roberto Cortázar, José Luis Cuevas, José Chávez Morado, Beatriz Ezban, Manuel Felguérez, Julio Galán, Vicente Gandía, Luis García Guerrero, Gunther Gerzso, Lauro López, Luis López Loza, Rodolfo Morales, Luis Nishizawa, Sylvia Ordóñez, Vicente Rojo, José Luis Romo, Ignacio Salazar, Susana Sierra, Juan Soriano, Eduardo Tamariz, Humberto Urbán, Cordelia Urueta, Ismael Vargas y Germán Venegas.
La funcionaria no ha contestado
En carta fechada el 4 de diciembre, Toledo, Hernández y Palacios expresan a Frausto que ‘‘tomando en cuenta que la residencia de Los Pinos pasa a ser patrimonio cultural del país, nos preguntamos si es posible conocer la ubicación y el estado de las pinturas realizadas en 1993 para dicha residencia por encargo del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari a un grupo de pintores entre los cuales nos encontramos”.
A la fecha, la funcionaria no ha respondido a los artistas.
En el quinto año de su mandato, el 5 de noviembre de 1993, Salinas de Gortari dio a conocer una incipiente ‘‘colección de pintura de la residencia presidencial de Los Pinos”, integrada por la obra de 33 artistas nacionales, que les fue encargada y pagada.
En el catálogo respectivo el entonces mandatario escribió en la presentación que ‘‘la idea de crear una colección permanente de pintura mexicana se debió a la conveniencia de proveer a la residencia presidencial de Los Pinos con una colección propia, con el fin de remplazar las obras exhibidas de manera temporal en las oficinas, que pertenecen al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y que son admiradas a diario por una gran cantidad de visitantes de México y el extranjero”.
Hacienda no responde a petición de La Jornada
El patrocinio de las artes había sido una constante del gobierno mexicano y, por tanto, del Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo, el tono de la presentación hace pensar que el gobierno reconocía que no era del todo correcto retirar obra de los museos del INBA para decorar oficinas que finalmente serían visitadas por muy pocos.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto en las paredes de la residencia oficial se colgaron obras pertenecientes al programa Pago en Especie de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Al parecer fueron devueltas a la dependencia; sin embargo, la Dirección General de Promoción Cultural Obra Pública y Acervo Patrimonial de México, debido a que está en transición, no ha contestado la petición de La Jornada de proporcionar una lista de las piezas retiradas de Los Pinos.
Entrevistado, el galerista Ramón López Quiroga, quien fue muy cercano a Gunther Gerzso, recordó cuando el pintor recibió el encargo; lo desconcertaron las medidas dictadas: 180 por 100 centímetros, las mismas del cuadro de Toledo. Según López Quiroga la colección era para un salón alargado que sólo ha visto en fotografías. Las piezas de Toledo y Gerzso eran para unos muros verticales de la entrada, de allí esas dimensiones.
El galerista, quien vio a Gerzso pintar el cuadro en su estudio, dijo que lo tituló Huitzo, a raíz de un viaje a Oaxaca en el que conoció la tumba así llamada que está en el valle de Etla.