Ejército mexicano, el nuevo gran empresario

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CDMX.- Desde el pueblo de San Miguel Xaltocan en el Estado de México, Antonio Sánchez señala la escultura ecuestre del general Felipe Ángeles, colocada en el acceso principal al nuevo aeropuerto internacional bautizado en honor a este héroe de la Revolución Mexicana. “Esa cosa ya se terminó y nosotros, una cosa tan sencilla, una escuela primaria, todavía no la terminan. ¿Qué más le puede decir uno de todo esto?”, expresa molesto el poblador.
Una barda enorme divide los terrenos del AIFA, inaugurado en marzo pasado, de esta comunidad de origen nahua. Los pobladores creyeron en uno de los proyectos estrella del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tanto,
que donaron parte de sus terrenos ejidales.
Pero eso ya quedó en el pasado. Los militares, dicen varios habitantes, se han encargado de desencantarlos. Primero como propietarios del aeropuerto, al incumplir la promesa de que la calidad de vida de su comunidad mejoraría. Después, reprimiendo las protestas del pueblo para que cumplieran su palabra.
El 27 de mayo, un grupo de manifestantes se enfrentaron con piedras a la Policía Militar.
Desde que el presidente López Obrador asumió el poder, las Fuerzas Armadas no sólo han aumentado su presencia en las calles, también han emprendido una nueva misión: convertirse en empresarios exitosos.
AIFA, S.A. de C.V. es una de las seis empresas de participación estatal mayoritaria que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) agrupa en un consorcio llamado Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca- Maya-Mexica, S.A. de C.V.