El Papa Francisco, muy emocionado por su visita a México
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El Papa Francisco está contento, emocionado, él conoce bien a México, por varios motivos: él es latinoamericano y ha convivido con muchos de sus obispos a lo largo de toda su vida, expresó Cristophe Pierre.
El nuncio apostólico señaló que el Papa pidió mucho tiempo para contemplar la imagen de la Virgen de Guadalupe porque comprende su importancia y por eso le asigna gran valor a la misa que celebrará en su santuario, la tarde del sábado 13 de febrero.
Sostuvo que se reunirá con quienes sufren, con los pobres pero siempre en relación con un acontecimiento “mucho más grande”, las apariciones de la Virgen que marcaron el nacimiento de México y de su Iglesia.
“El Papa tiene una mirada mucho más profunda, pero esta mirada no es una ideología o una proyección de sus deseos, es una mirada sobre la realidad”, insistió.
La mirada del Papa sobre México va más allá de sus problemas y en su visita al país no busca “sólo aparecer”, sino encontrar a la gente y transmitirle a todos un mensaje de esperanza, aseguró Pierre.
Enfatizó que durante su visita apostólica a ese país, prevista del 12 al 18 de febrero de 2016, el pontífice verá todos los rasgos de la realidad de un pueblo con “una riqueza extraordinaria”.
“El Papa viene a ayudar a muchas personas a vivir la esperanza, para poder luchar contra los males, hacer un esfuerzo para una justicia mayor, señaló.
El pasado lunes 14 de diciembre Pierre se reunió en privado con el Papa y pudo solucionar diversos asuntos relacionados con la visita apostólica.
De hecho, en los últimos días tanto él como el equipo organizador del viaje participó en el Vaticano de varias reuniones con el objetivo de afinar detalles logísticos.
Por ello, garantizó que existe una preparación seria de la gira, no obstante el poco tiempo disponible para preparar un viaje de cinco días. Pero destacó la “excelente colaboración” con la Conferencia del Episcopado y con las autoridades del gobierno a todos los niveles.
Constató que la intensidad de la agenda impone numerosos desafíos, porque el líder católico va a moverse permanentemente, no sólo entre la Ciudad de México y los demás estados sino también dentro de las propias localidades.
“Cada viaje no va a ser pequeño porque van a alinearse en las calles miles y miles de personas, por lo cual hay que organizar cada valla en cada calle. Hay que convocar a miles de jóvenes voluntarios para la seguridad y el orden, ya lo estamos haciendo. Existe una infinidad de detalles que la gente no se imagina, pero es parte de la fiesta”, precisó.
Estableció que pasado el tiempo de la gran planeación ahora se entrará a la fase de los pequeños detalles, que tomarán mucho tiempo y esfuerzo.
Reveló que la agenda final, que incluye a los estados de Chiapas, Michoacán y Chiahuahua, además de la Ciudad de México, ha sido el resultado del diálogo de varias semanas entre todos los actores.
Según el diplomático, Francisco manifestó su voluntad de ir al encuentro de la realidad, no sólo de un grupo en particular o un lugar específico, sino de la realidad en todos sus aspectos.
Recordó que se encontrará con los indígenas, que son una parte importante en la vida de la nación y que muchas veces no es bien vista o que padece pobreza.
Anticipó que también tratará el “problema inmenso de la migración”, se reunirá con jóvenes –que son el grupo más numeroso del país- y abordará el tema de las familias en México.
“Hay que estar atento, no se lo que el Papa va a decir, preparará sus discursos y se moverá con espontaneidad. Y si, habrá sorpresas. Esa es la belleza de este Papa”, apuntó.
“Lo veo muy animado, él sabe que no es una cosa sencilla, ciertamente debe sentir el peso, no se si él tiene miedo por esto pero lo veo muy animado de encontrar a la gente. A él le interesa el encuentro de la realidad, de la gente, de los problemas”, ponderó.