‘Exclusión de indígenas continuó tras la independencia’

Nacional
/ 9 abril 2019

Jorge Sánchez publicó un artículo sobre el proceso de la Conquista de México

De acuerdo con el articulista, Jorge Sánchez Cordero, la Conquista de México conllevó procesos de aculturación en los que a las culturas originarias se les presentó como pasivas.

“Al inicio de la conquista dos organizaciones sociales, la República de Indios y la República de Españoles, interactuaron con resultados insólitos: una nueva cultura en los que sobresalieron la organización política y la aplicación del orden jurídico españoles”, apunta en su artículo publicado en el semanario Proceso.

En el ensayo titulado Los procesos de aculturación, Secuelas de la Conquista de México, apunta que el sojuzgamiento de las comunidades indígenas se realizó no sólo durante el periodo colonial sino en el México independiente.

“Por razones políticas e ideológicas, a partir del movimiento de independencia se veneró al indígena arqueológico, mientras que, por el contrario, a las comunidades originarias se les confinó al ostracismo y la postración”.

Sánchez Cordero señala que en contraste con otras civilizaciones que estuvieron constantemente sometidas a intensos procesos de interacción cultural, el mundo precolombino se mantuvo aislado durante mucho tiempo, lo que explica en gran medida la originalidad de sus expresiones culturales, desprovistas de influencias externas, y al mismo tiempo su enorme vulnerabilidad.

En el texto, el Doctor en derecho por la Universidad Panthéon-Assas, rememora algunas posturas de cronista e historiadores acerca de la conquista de España a México, como Montaigne, quien calificó la conquista de México “como una de las guerras de religión más cruentas de la historia”.

Al contrastarla con la expedición de Alejandro Magno a la India, dice, destacó el hecho de que ésta no fue destructora, toda vez que preservó y enriqueció la cultura india, como en el caso de la escultura y la noción antropomórfica de la divinidad.

Jorge Sánchez Cordero indica que la “denominación de leyenda negra española” no es atribuible empero al ilustre pensador francés, pues en abril de 1899 Antonio Soler aludió a ella; de hecho, Emilia Pardo Bazán (1851-1921) ratificó el aserto de Soler ese mismo mes y año en París.

“Pero fue Julián Juderías, en su libro La leyenda negra española y la verdad histórica (1914), quien popularizó el término. Tributario de la Generación del 98, sostuvo que España era un país de frailes y de inquisidores, “de reyes perseguidores de la libertad y del progreso”.

Sobre el contexto histórico español en el que se materializa la Conquista, recuerda que durante un largo periodo de su historia la Corte se vio obligada a conceder prerrogativas territoriales a expensas de su poder, lo que había permitido a la aristocracia demostrar un poderío que llegó a rivalizar con el de la corona.

Sobre el proceso de aculturación, el autor recuerda que, ciertamente, los peninsulares incurrieron en toda clase de abusos; uno de los más comunes fue el clerical con los llamados sufragios espirituales y legados piadosos, que sumaban la quinta parte del patrimonio del testador.

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