Los excesos de Medina con el contrato de KIA Motors en Nuevo León
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Las concesiones a la empresa automotriz coreana fueron más allá de las facilidades en infraestructura, incluso, al grado de conceder áreas exclusivas solo para residentes coreanos
Por: Hugo Gutiérrez
No cabe duda que el exgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, buscaba rescatar su imagen al traer a la armadora Kia Motors a esta entidad.
Porque las concesiones a la empresa automotriz coreana fueron más allá de las facilidades en infraestructura, incluso, al grado de conceder áreas exclusivas solo para residentes coreanos.
El contrato indica varias cláusulas muy desventajosas, no sólo para el gobierno, sino para los ciudadanos del estado.
Porque mientras el nuevo gobierno anuncia aumentos a los impuestos y la creación de cargas fiscales para los neoloneses, a los empleados de Kia Motors el exgobernador Medina los exenta del impuesto sobre la nómina por 20 años.
Claro, esto además de que el exgobernador regaló a Kía el terreno de unos mil 100 millones de pesos, compra en la que benefició a su compadre Bernardo Castillón Gómez y al amigo de su padre, José de Jesús Aguirre Campos.
Veamos el contrato:
Uno.- En el punto (b) de la cláusula 9.9, el gobierno de Rodrigo Medina se compromete a crear áreas exclusivas de residencia para coreanos, a quienes en el convenio llaman “expatriados”.
También, a buscarles servicios de traducción, escuelas y patrocinarles actividades de bienvenida, incluyendo tours por la ciudad.
Dos.- La exención del impuesto sobre nómina por 20 años, no sólo para los directivos, sino para todo empleado de Kía Motors.
Tres.- El contrato también dice que la exención a cualquier impuesto potencial al valor agregado.
Cuatro.- También exentó a la armadora de pagar el impuesto predial al Municipio de Pesquería, durante los primeros cinco años.
Cinco.- A quienes en el contrato llaman “Funcionarios Clave”, los cuales Kía Motors designará, tampoco pagarán la tenencia de vehículos el primer año.
Seis.- Tarifas preferenciales de agua, luz y gas, incluyendo la instalación de un nuevo gasoducto, espuelas de ferrocarril y la conexión con la carretera a Reynosa.
Siete.- En 10 kilómetros a la redonda del terreno de Kía Motors, solamente la compañía coreana podrá decidir cuál negocio se instalará.
Ocho.- Que todos los incentivos otorgados a Kía Motors, sean igualmente proveídos a todos los proveedores que la armadora designe.
Nueve.- En el punto 2.13, el gobierno que dirigía Medina se compromete a “arreglar” la disposición de líneas de crédito que requiera a la armadora.
Diez.-En el ventajoso contrato para la compañía coreana, Kía Motors se blindó contra cualquier incumplimiento.
En el punto 1.3 del contrato, dice literalmente que el gobierno tiene la capacidad económica, material y las organizaciones a su disposición para cumplir con lo firmado.
Y que ninguna cláusula ahí es ilegal o inadmisible al momento de su firma.
Con este contrato confidencial, la firma tiene la sartén por el mango, incluso, se establece el 1 de enero como plazo límite para crear un fondo fiduciario que garantice todos los incentivos para Kía Motors y sus proveedores.
No cabe duda que Medina pensó en sí mismo al firmar este convenio, pero no en el estado de Nuevo León.