"No abandonamos a Silvia y a Delia", CNDH espera diálogo con manifestantes
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Este domingo, mujeres familiares de víctimas de la violencia exhibieron lujos en las instalaciones de la CNDH, hicieron pintas e instalaron un refugio
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), cuyas instalaciones se mantienen tomadas por colectivos de activistas y madres de víctimas desde el pasado 4 de septiembre por colectivos y víctimas que denuncian falta de apoyo en el seguimiento de sus casos, tomó nota del deslinde del grupo que se han manifestado desde principios de año en las oficinas de la Comisión Especial de Atención a Víctimas (CEAV), sobre las imágenes difundidas ayer domingo en las que se observa la oficina de Rosario Piedra Ibarra con la pinta "No perdonamos ni olvidamos" en una de las paredes.
La CNDH toma nota de la carta abierta suscrita por los CC. Ma. Icela Valdez Chaidez, Ma. Maribel Medina Mendoza, Ana Ma. Maldonado Chávez, Martha Leticia Priego Córdoba, Martha Castillo Olmedo, Carlos Vanda Márquez, Adán Oswaldo Arenibar Banda, Pedro Maximiliano Medina Mendoza, Sergio Elvín Guerra Medina y Delia Icela Quiroa Flores Valdez.
Este domingo, un grupo de mujeres familiares de víctimas de la violencia exhibieron lujos en las instalaciones de la CNDH, hicieron pintas e instalaron un refugio.
"Aquí van a vivir madres de víctimas que tienen niños huérfanos y que no tienen dónde vivir, esta será su casa" expuso Yesenia Zamudio, cuya hija fue víctima de feminicidio en 2016.
"No hay ninguna publicación institucional que incrimine a ninguna de las personas firmantes de la carta de los hechos violentos de los últimos días. Si la existiera, la desconocemos y la rechazamos", expone, por su parte, la Comisión.
CNDH DA SU VERSIÓN
En un comunicado, la Comisión asegura que durante los días 2 y 3 de septiembre se trabajó normalmente en sus oficinas, con presencia de todo el personal que ahí labora, incluida la presidenta Piedra Ibarra.
La titular de la CNDH, cuenta, recibió a las víctimas que se encuentran en plantón en la CEAV el día miércoles 2 de septiembre, y se acordó trabajar conjuntamente en apoyo a sus peticiones, que constan en una Minuta suscrita por ellas mismas, el personal de la Comisión que las asistió y la Directora de la CEAV, que se presentó en el lugar para revisar caso por caso.
"A pesar de los acuerdos, las señoras Silvia Castillo y Marcela Alemán, y el esposo de esta Roberto Cuello, decidieron permanecer en la sala de juntas de las oficinas, abandonándolas el matrimonio Cuello-Alemán el jueves 3 de septiembre, y quedándose aún ahí la señora Silvia, a quien se le unió la Lic. Delia Icela Quiroa. Ambas durmieron esa noche en las instalaciones de la CNDH".
La dependencia señala que las mujeres contaron con entera libertad de movilidad,, además de que estaba resguardada su integridad por cuatro policías a cargo de la seguridad del inmueble. Ese jueves 3, tanto la presidenta como el personal se retiraron aproximadamente a las 11 de la noche.
"No abandonamos a Silvia y a Delia. La presidenta no se retiró dejándolas a su suerte, simplemente el viernes 4 de septiembre ya no pudo ingresar porque se apoderó de las instalaciones un grupo perteneciente a dos colectivos, que llegaron violentamente al lugar". Aproximadamente a las 10 de la mañana, ya no se permitió el acceso a los empleados y se evacuó a quienes habían ingresado horas previas- "Los sacaron con amenazas, impidiéndoles moverse hacia la sala de juntas, que es el lugar adonde se encontraban Silvia y Delia", asegura la dependencia.
Asimismo, asegura que no se dejaron abiertas las puertas de Cuba 60, "las abrieron por la fuerza los contingentes de los colectivos". Aseguran que se evitó la utilización de la fuerza pública "para no violentar los derechos humanos de nadie, y así fue como se produjeron los hechos que desembocaron en la toma del edificio".
FIJAN POSTURA
"La CNDH no tiene planteado, ni se lo plantearía, dejar de cumplir los compromisos que adquirió el 2 de septiembre con las víctimas, y de hecho hemos venido trabajando en ellos con las autoridades responsables, a pesar de que muchos documentos necesarios para su seguimiento se encuentran en el lugar y no tenemos acceso a ellos ni a nuestros archivos", expone.
Por otro lado, aseguran que las declaraciones de las señoras Silvia y Marcela son de su exclusiva responsabilidad, y no reflejan la posición institucional de la CNDH. "Simplemente, a petición de ellas, se les facilitaron los medios para emitir su postura; pero es momento de aclarar que la única vocera de la Comisión es su presidenta, y no comparte ni compartirá posturas de desunión o confrontación".
Señala también que las víctimas que suscriben la carta pueden estar seguras de que la CNDH está lista para apoyar sus demandas, para lo que se trabaja con la CEAV y la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Segob.
A los grupos que ocupan las instalaciones de la CNDH en la calle de Cuba, se le externó la total disposición a dialogar y encontrar un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
Se presisa que un grupo de abogadas han estado presentes los últimos días frente a las oficinas, en espera de que se empiece el diálogo.