Una ola de cubanos llega a México
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El tema migratorio es uno de los que se tratará hoy en el marco de la primera visita de Estado que el presidente de Cuba, Raúl Castro, realiza a México.
Junto a decenas de compatriotas suyos, el cubano Alex González espera que cambie su suerte frente a la Estación Migratoria Siglo XXI en Tapachula, Chiapas, la más grande de América Latina.
La frontera sur mexicana está recibiendo una oleada de cubanos que quieren alcanzar Estados Unidos. Salen de Cuba como turistas hacia Ecuador en avión y de ahí siguen el viaje por aire, en autobuses y hasta lanchas para llegar a México, cuenta González.
"Todo el viaje es un calvario, pero vale la pena. Por la vía marítima, por la que también se puede llegar a los Estados Unidos, se cuida uno del mal tiempo. Por la ruta de tierra, llegando a Ecuador, se tiene uno que cuidar de todo el mundo: desde los enganchadores y 'coyotes' (traficantes) hasta de los policías que los extorsionan y asaltan", dice.
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Desde que Cuba y Estados Unidos normalizaron sus relaciones en diciembre, el fenómeno se ha intensificado, aparentemente porque muchos cubanos temen que se derogue la llamada "ley de ajuste cubano", que les permite obtener con facilidad la residencia al pisar suelo estadounidense pese a haber entrado de forma irregular.
Los cubanos arriban en grupos, caminando, a entregarse voluntariamente en Tapachula para obtener un "salvoconducto" que les permita cruzar México sin problemas. Se trata de un permiso que les dan las autoridades para salir del país o regularizarse en un plazo de 20 días. Y todos enfilan hacia el norte.
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El trámite para obtener el "salvoconducto" puede durar varios días, incluso meses. Algunos, los que tienen el dinero, optan por alojarse en hoteles. Otros se ven obligados a permanecer dentro de la estación migratoria. Se calcula que hay unos 300 cubanos adentro desde hace meses a la espera de que concluyan sus trámites.
Empresas de transferencias internacionales de dinero, por medio de las cuales los cubanos reciben envíos de sus familiares en el exterior, han tenido escasez de efectivo en Tapachula.
Eso le ocurrió a González. "Mi hermano me envió 600 euros de Italia y aquí dicen que no tienen para pagar cuando es el dinero de nosotros y nos cobran una comisión", afirma.
Él, como decenas de sus connacionales que aguardan en la estación migratoria, salieron de Cuba hace unos 30 a 45 días rumbo a Ecuador, uno de los pocos países que no pide visado de turismo a los cubanos.
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"El equipo mío era de 25 personas que logramos llegar, pero en el camino de Ecuador hasta México hemos sufrido robos de parte de policías y de asaltantes, pero ya logramos llegar y esperemos que en unos días más podamos estar en Estados Unidos, en libertad plena", confía.
Un ingeniero en minas que prefirió no dar su nombre relató a dpa que su travesía duró 18 días cruzando siete países desde su salida de Cuba hasta su llegada a Tapachula.
"Salí de Cuba en avión hacia Ecuador, de ahí pasé por Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Guatemala, hasta llegar aquí. En todos me presenté a las autoridades migratorias", señala. Su salida de Cuba fue por motivos económicos.
Hay parejas con hijos que han logrado llegar a México, aunque en estos casos el trámite para el "salvoconducto" tarda más porque, de acuerdo con funcionarios, tienen que verificar que verdaderamente sean los padres de los niños e incluso en algunos casos hacer pruebas de ADN.
Según González, la mayoría sale de Cuba por problemas económicos, falta de oportunidades de trabajo o persecución política, como asegura que ha sido en su caso.
González salió con 2,000 dólares en la bolsa, pero ha gastado, entre tanto, 6,000 dólares. A México llegó "sin nada" porque tampoco en Nicaragua, único país de toda la travesía en la que le sellaron el pasaporte, pudo cobrar el envío que le hizo su hermano.
En Cuba dejó a su esposa y dos hijos, a quienes espera ayudar en cuanto pise suelo estadounidense. Mientras tanto, espera.
Según cifras del Instituto Nacional de Migración, en lo que va del año ha entregado en Tapachula el "salvoconducto" a más de 6,500 isleños, cuando durante todo 2014 fueron 800, ocho veces menos.
Solamente en los últimos días han llegado más de 500 cubanos por el río Suchiate desde Guatemala y se entregaron al organismo de migración en Tapachula. En el centro de alojamiento algunos esperan varias horas sentados bajo unos árboles hasta que les permiten el ingreso y los reciben. A otros solamente les lleva minutos.
De todos se arma un expediente y, después de verificar que no hayan cometido algún delito ni sean requeridos en su país, se les otorga el documento. Los que han llegado en las últimas semanas tardan solo unos días en lograr su cometido.
"La travesía es mala, pero no como seguir viviendo en Cuba. Aquí me arriesgo unos días para llegar a los Estados Unidos, pero estaré en libertad en donde tendré derechos de los que no gozo en mi país", dice González.