Si no dejamos de comer carne nos extinguiremos: Jesusa, para El País
A sus 66 años, Jesusa sólo quiere ser libre, como siempre ha sido, y continuar disfrutando de la música al lado de Liliana, su pareja desde hace 41 años
Este fin de semana El País no solamente entrevistó a la jefa de Gobierno capitalino Claudia Sheinbaum, sino también a la activista y ex senadora mexicana Jesusa Rodríguez.
Un personaje singular sin duda a quien sirvió su gestión en el Senado de México para acaparar la atención de los mexicanos y llevarla al mundo vegano y del respeto total a la vida animal.
Cuestionada por Carmen Morán para el diario español en su edición mexicana, la ex senadora Jesusa Rodríguez afirmó que “o México y el mundo cambian hacia una alimentación que abandone el consumo de animales o se dirigirán hacia una nueva extinción”.
También habló de su paso por el Senado, al que se refirió como un “teatro grandote”.
Le preguntan a Rodríguez si el gobierno de AMLO no la ha “defraudado ni un poquito”, a lo que responde que ella viene trabajando con López Obrador desde el 2005 y ya conoce cuáles son “las partes en las que él todavía no está actualizado, como las drogas, qué significa la regulación de la marihuana en un sentido lúdico o el feminismo”, pero que no le decepciona en absoluto, ya que para ella “este es el momento de México, teníamos 80 años metidos en una olla de corrupción, impunidad y encubrimiento, México era irrespirable. Ahora es el mundo de la libertad. El lema, ‘Primero, los pobres’, me parece esencial”, expone la también teatrista.
Y habló de feminismo, de leyes LGBT, de la derecha, de manifestaciones, de mariguana y de corrupción: “Si no asumes tu responsabilidad como sociedad, nunca se corregirá el error. Yo creo que los mexicanos han de asumir que la corrupción la hicimos nosotros. Y la impunidad, que ahora estamos corrigiendo”.
Y aunque hippie, se acepta de cuna “ultraburguesa”, debido a su padre cirujano y su hermosa casa en Coyoacán: “Yo siempre viví en una clase media ilustrada. Mi padre era cirujano reconocido, yo asistía a sus operaciones de pulmón, fueron pioneros, mostró esa operación por todo el mundo. Mi familia era de clase media. Yo considero que soy una persona exageradamente privilegiada, nací en este barrio y aquí he vivido siempre y recibí una educación que me pagaron mis padres. Pero tuve ese privilegio, me considero ultraburguesa e hiperprivilegiada, oye... La gente con la que trabajo ahora o apoyé como senadora hacen cosas increíbles con dos pesos y yo no sé lo que es la pobreza, no la conozco y sé que no puedo hablar de ella, pero sí puedo devolver todo lo que pueda de lo que recibí.”
De igual forma relata cómo llegó a ser vegana, y platica que fue durante el tsunami del 2004 en Asia, en el que murieron miles de personas y solo uno o dos animales, que ya se habían refugiad: “Era diciembre, le dije a Liliana, esto no puede ser, los humanos ya no estamos conectados. Entonces decidimos cambiar de vida. Todavía comíamos carne. Los animales nos estaban dando una lección clara. Tardamos varios años en darnos cuenta, hasta que nos fuimos a nuestra casa en el campo y vimos que lo que hacíamos no estaba bien. Neurocientíficos del mundo se reunieron en 2012 en Cambridge y declararon al mundo que los animales tienen los sustratos neurológicos que dan lugar a la conciencia. Un mes después nunca más volvimos a tomar un animal más que para acariciarlo o reverenciarlo”, narra.
A sus 66 años, Jesusa sólo quiere ser libre, como siempre ha sido, y continuar disfrutando de la música al lado de Liliana, su pareja desde hace 41 años.