Viene el aniversario de Las Delicias de Mi General, 11 años de estar en esta plaza a la que muchos consideran difícil.
Siento que los tiempos están cambiando, no vendo cocina 100% norteña, el lugar tiene su estilo sin dejar a un lado el cariñito del norte.
Saltillo está creciendo. Los jóvenes pueden ir por sus alitas y sus boneless a estos lugarcitos con personalidad, como Big Juan, donde ellos elaboran sus boneless y sus hamburguesas son un clásico, pero también podemos ir a La Puerta al Cielo por sus tacos memorables de chilaca, igual que al Cerdo de Babel, cuya carta es una delicia.
¿Pizzas? ¿Por qué algún mortal querría ir una franquicia estando Amore Mio y Távola con terracitas sus coquetas? Dulce Bisquet a Bisquets Obregon, que en sus tiempos era memorable, al volverlo franquicia decayó. Los desayunos en Rústica Pan; un lugar hermoso, con lago y mucha naturaleza, sin mencionar el Villa de Santiago. tradicional saltillense.
Hasta aquí ¿hemos extrañado a una franquicia? ¿Seguimos pensando que Saltillo es difícil o que Saltillo elige bien? Existen cafeterías deliciosas, ya hay tostadoras de café, de delicioso café, sobre V Carranza. El Estanquillo, con sus dos sucursales, también es opción y Amamos, en el clásico barrio de Santa Anita. Frida y Diego, un lugarcito de Coyoacán en Saltillo. El venerable San Pedro de Gonzalez, los muchos sitios de gorditas, deliciosas y tradicionales.
Todo esto sin olvidarnos del romanticismo del Flor y Canela, existen muchos sitios al norte también como para elegir tantas franquicias. También se encuentra La Mare Mestiza, un espacio con unos chilaquiles mañaneros. Al sur de la ciudad ya están las grandes taquerías locales, como en la soberana y republicana ciudad Mirasierra y la Morelos con el Buda Feliz.
Hay para todos los gustos desde desayunar, cenar y comer. Incluso para llevar Blonda es una chulada al igual que unos benedictinos en Pour La Frace y unos chilaquiles con estilo en Don Artemio. Puedo hacer una lista innumerable de lugares con personalidad, ricos de todas las clases sociales y gustos. ¿Seguiremos pensando que Burguer King y el tiezo y procesado iHop son una gran pérdida gastronómica?
Igual si se va Starbucks ¡olé! Son empleadores no creadores, carentes de alma, por lo menos el Applebee’s... es más, hasta el pobre Martins se sostiene de la nostalgia. Y Sanborns no es ni será lo que fue en CDMX, que otorgabas tu reino por unas buenas tostadas de pata. Pero la tienda con sus libros y cositas lo hacen un lugar de visita por 6 tazas de café por $50.00.
Saltillo no es difícil, es un lugar donde la gente está despertando a comer mejor, donde los cocineros crean y hacen cosas diferentes. Que si el personal... Ese es un tema generacional y post pandémico.
Esta ciudad es una joyita que se está puliendo, dejemos de pensar que no lo es porque se van 2 franquicias feas, descuidadas, con comida plástica, un cariñito le metió Burger King en años. La gente ya no quiere un Sirlon Stocade, que acabó siendo el.lugar barato para celebrar a los adolescentes cumpleaños con cocina mosqueada y esas alfombras llenas de bacterias.
Atrévase, vaya a consumir local, buenos tragos, buena mixología en Diente de León, cocina creativa con Abraham Padilla y sus Dinosquedasillas ¡Uff! Hay mucho que decir de este Saltillo comestible. Me faltaron muchos, ya los iremos mencionando – ¿Vía Napoli? ¿La Huérfana?– Mucho que hablar bonito de la cocina local, como el bellísimo 1900 en el corazón de la ciudad.
Gracias Saltillo por festejar a Las Delicias de Mi General con gente local que pone su empeño día a día.