Cabañas y el asesino de `El Centavo' Muciño
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Desde temprano se colocaron en internet analogías entre el incidente de Salvador Cabañas y
el asesinato de Octavio "El Centavo" Muciño.
"El Centavo" formó con Miguel Marín y Fernando Bustos el trío de súper ídolos del campeonísimo Cruz Azul de la primera mitad de los setentas. Jugaba de centro delantero. La afición lo adoraba. Pero su buena estrella comenzó a apagarse a finales de 1973. Participó en la patética selección mexicana arrollada en la eliminatoria mundialista en Haití, hoy también de moda. Se fue a jugar a las Chivas, en donde, según las crónicas, ya no fue lo que en Cruz Azul.
Tenía 23 años la noche del sábado 1 de junio de 1974. "El Centavo" frecuentaba un antro de Guadalajara llamado Carlos O'Willys. Bien entrada la madrugada se dio un pleito. Un junior local, Jaime Muldoom Barreto (las reconstrucciones apuntan que era fanático del Atlas) sacó una pistola y le disparó al goleador de las odiadas Chivas.
Sería una mentira decir que la muerte de "El Centavo", dos días después, conmocionó al país. Y una más grande afirmar que México se indignó porque, luego de los estudios psicológicos, la justicia de Jalisco determinó que Muldoom Barreto tenía trastornos serios, por lo que "no era responsable de sus actos".
Se fue del país y regresó sin problemas. La búsqueda en la red da cuenta de que vive metido en pleitos legales que, seguramente, sus abogados resuelven con la pericia de aquel asesinato de 1974.
Desde temprano, también, algunas voces un tanto neurasténicas descubrían que la desgracia del paraguayo Cabañas se relacionaba con la impunidad desatada tras la guerra contra el narco. Creían que era el primer futbolista al que le disparan en un bar.