Rojinegros con vacaciones a medio torneo
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No se trata de jugadores que hayan sido convocados para la Selección Nacional de Javier Aguirre, pues su origen sudamericano les impide tomar parte en el equipo mexicano.
Lesiones y permisos sirvieron de pretexto para que futbolistas rojinegros se tomarán vacaciones en Cancún, mientras sus compañeros sumaban puntos en Pachuca.
Son las inconsistencias del Atlas -equipo que a lo largo de casi 60 años no ha podido salir campeón-, que se repiten una ocasión tras otra, sin que nadie tome cartas en el asunto. Además, el club ha contado con dirigentes que no han medido con la misma vara; y el actual cuerpo técnico ofrece privilegios para algunos y carga de responsabilidades a otros, con lo que ha generado un tremendo malestar en la escuadra tapatía.
El sábado pasado, dentro del marco de la jornada 14 del Torneo Bicentenario 2010, 11 jugadores surgidos de la cantera rojinegra se rompieron el alma para sacar los tres puntos en Pachuca. Y es que, por diferentes lesiones, Fabricio Fuentes, Gonzalo Vargas y Darío Botinelli no pudieron ser tomados en cuenta para el viaje a Hidalgo; no así el arquero Mariano Barbosa, quien al saberse fuera de la titularidad, prefirió pedir un permiso para no viajar, el cual fue concedido directamente por el director técnico del plantel, Carlos Ischia.
El motivo auténtico que sustentó dicho permiso fue que los cuatro jugadores citados pasaron el fin de semana con sus familias en Cancún, disfrutando de la belleza de sus paradisíacas playas, mientras los de la cantera, dieron todo por su club y entregaron el alma en la cancha para beneplácito de sus fans.
Mientras tanto, los pocos que son tratados como ídolos, pero que dan su futbol a cuentagotas, disfrutaban de un "merecido" y placentero descanso, con el auspicio de Carlos Ischia, quien dijo semanas atrás no dar concesiones para nadie en el vestidor, cuando separó a cuatro jugadores mexicanos, en una medida que provocó tremenda polémica.
Dichos jugadores fueron vistos en el aeropuerto tapatío y en las mismas playas del caribe mexicano, ya que no tuvieron el menor recato en ocultarse para no ser vistos o reconocidos; pero la verdad siempre termina por salir a flote.
Por suerte, los genuinos rojinegros, los aficionados, no se "chupan el dedo". Lástima que los dirigentes sí lo hagan, o finjan hacerlo, al no tomar cartas en el asunto ya que el propio técnico Carlos Ischia solapó el hecho.
La molestia, por lo tanto, es creciente dentro y fuera de la organización, especialmente cuando el Atlas todavía mantiene vivas las esperanzas de clasificarse a la Liguilla por el título.