Puñalada trapera

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Una puñalada trapera hace referencia en su concepción popular a la traición. Es una puñalada que se da por atrás y el origen de la expresión alude a una puñalada que desgarra la ropa. Tal ha sido la puñalada que nos asestó la falta a la palabra de Felipe Calderón, que en septiembre de 2006, como Presidente Electo de México, y ante la urgencia de legitimarse, a modo de lisonja masiva anunció a los mexicanos sus "100 acciones específicas que se iniciarán en los primeros 100 días de gobierno", en donde ofrecía energéticos de calidad y a precios competitivos.
La promesa no se cumplió. Los energéticos han subido tanto que el sábado pasado la gasolina Magna, la Premium y el diesel reportaron el último incremento de precios del año. La magna tuvo un aumento de 8 centavos por litro, con lo que cerrará 2010 con un precio de 8.76 pesos por litro. La premium se elevó en 4 centavos por litro, para alcanzar un precio de de 10.10 pesos por litro, mientras que el diesel subió 8 centavos, con lo que el nuevo precio es de 9.12 pesos por litro. Este es el doceavo incremento que reportan los combustibles en el año y continuarán el próximo año.
Con esta política de aumentos mensuales puesta en vigor por el Gobierno Federal, la gasolina Magna registró un aumento anual de 12.3 por ciento, muy por arriba del alza en el índice de inflación esperado para 2010, de 4.32 por ciento. En el caso de la Premium, el aumento anual es de 5.53 por ciento, en tanto que el diesel aumentó 11.76 por ciento. En promedio con Calderón los combustibles han aumentado cerca del 40 por ciento.
Claro que en contraparte, se prevé un aumento de 4 por ciento al salario mínimo igual a 2 pesos y centavos, incremento evaporado por el precio de los bienes de la canasta básica que tuvo un aumento del 30 por ciento, esto antes del esperado gasolinazo inflacionario del 2010 y el que viene en el 2011. El resultado será nuevamente el aumento de los productos de primera necesidad mañosamente mezclados con artículos suntuosos con el único propósito de presentar una inflación controlada artificialmente.
Lo que está claro es que por encima de todo, el uso de impuestos para manipular precios de la gasolina es una pésima idea. Dicen que aumentan los precios públicos con el único propósito de mejorar la competitividad de Pemex, la cual sólo mejorará si esta acción se ancla en programas para aumentar la eficiencia y reducir los costos en la paraestatal, lo que no se ve por ninguna parte. En segundo lugar, no hay peor política recaudatoria que el aumento de precios de insumos, sobre todo de energía, pues invariablemente causa inflación.
Por eso es que disfrazado de corrección de las finanzas públicas, nos dicen que habrá un poquito de ajuste del gasto, retiros de subsidios (gasolinazo) y aumento a la electricidad, y un déficit fiscal. Por supuesto que los sabios del tema dirán de inmediato que el Gobierno Federal hace bien en dejar de subsidiar el precio de las gasolinas porque los beneficiados del "supuesto" subsidio son los grandes consumidores. Lo cierto es que esta teoría neoliberal se derrumba ante los aumentos del precio del diesel que mueve el transporte de mercancías y el de pasajeros. Además otro hecho incontrovertible: Exxon la empresa que obtiene mayores ganancias a nivel mundial vende la gasolina 15 por ciento más barata que Pemex y Exxon no subsidia a nadie.
El gobierno panista nos dice que están reduciendo un subsidio de 54 mil millones de pesos a la gasolina, lo cual representa un 1.5 por ciento del presupuesto federal. Pensaríamos entonces que ese dinero que se retira del subsidio tendría que estar dedicado a programas de desarrollo nacional. Pero no, este dinero se está utilizando en otro subsidio: la nómina de miles de altos funcionarios del Gobierno Federal; por lo que este "impuesto" disfrazado a la gasolina demuestra una vez más la perversidad del panismo en el Gobierno que lo que menos le interesa es promover estrategias para el desarrollo y bienestar de los mexicanos.
Hay quién dice que puede haber puñalada sin lisonja, mas pocas veces hay lisonja sin puñalada y ante los hechos consumados del "gasolinazo" y el 2012 acercándose se vuelve prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.