`No quise que mi nieto viviera conmigo y ahora mi hijo no me quiere ver.'

Opinión
/ 27 marzo 2011

 

QUERIDA ANA:

Soy un hombre de 78 años, soy jubilado (obvio) y mi esposa murió hace cuatro años. Vivo solo pero me he adaptado muy bien a esta vida. Una señora viene tres veces a la semana y me hace el aseo de toda la casa que es algo grande para mí, pero no tengo ya ánimos para venderla y rentar o comprar una casa chica o un departamento, así que pienso que aquí voy a morir. Pero me siento bien aquí y como le digo me he estado acomodando perfectamente. Además, la señora me hace comida para los días que no viene y yo hago la compra, salgo a pagar recibos de servicios y casi todos los días salgo a encontrarme con unos amigos en el café. A veces voy al cine yo solo y también cuando hay teatro. Así que no me aburro.

El asunto que quiero tratarle es el siguiente: Tengo dos hijos varones. Uno vive en Estado Unidos y el otro aquí en esta ciudad. El que vive aquí tiene dos hijos, un varón y una mujer. La muchacha es magnífica, muy buena hija, terminó su carrera y trabaja muy bien, tiene su novio formal y pronto van a casarse. En cambio, y de lo que quiero hablarle, es un muchacho de 26 años que es todo un conflicto.

El nunca terminó ninguna carrera, a duras penas terminó la preparatoria. En aquel tiempo, cuando tenía 19 años, su papá le puso un pequeño negocito, pero a los cuatro meses lo quebró. Luego se fue a la ciudad de México y allá se fue al ejército. Allí estuvo cerca de un año, pero lo dieron de baja por mala conducta. Más tarde, como un tío de su mamá que ya era mayor, estaba bastante enfermo y no tenían hijos ni ayuda, mi hijo le dijo a la tía que si quería que su hijo fuera a ayudarla a cuidar a su esposo enfermo. Ella hasta se alegró del ofrecimiento y aceptó inmediatamente. Se fue mi nieto a vivir con los tíos pero a los tres meses fue la tía a hablas con sus padres para decirles que había robado un dinero que tenía en su ropero y un anillo y una medalla con cadena de oro que tenía en su tocador. No podía haber error porque nadie más entra en la casa. Por lo tanto el muchacho tuvo que salir de esa casa y volvió a la casa de los papás. Más tarde una hermana de su mamá le consiguió un empleo en una tienda, un trabajo sencillo y tal vez no bien pagado, pero trabajo al fin. Pero hizo quedar mal a la tía, ya que un día llegó borracho y les hizo un escándalo porque el dueño le pidió que se fuera porque no iba a admitirlo así. Entonces sí lo desocuparon.

El domingo mi nieto vino a visitarme. Me extrañó porque nunca viene, pero entonces "apareció el peine". Me pidió venir a vivir conmigo porque dice que a diario tiene problemas con sus padres. Yo, sintiéndolo mucho porque es mi nieto y lo quiero, me negué. Y ¿qué cree? Ahora mi hijo, el padre del muchacho, no me habla. Yo llamé a la casa para decirle lo que había pasado y explicarle por qué no podía recibir al muchacho en la casa, pero su esposa (que no estaba enojada, estaba bastante tranquila, como siempre), fue a llamarlo para que contestarael teléfono y regresó y me dijo que le había dicho que no quería hablar conmigo porque rechacé a su hijo.

¿Usted cree que soy culpable de algo por no haber admitido a mi nieto para que viniera a vivir conmigo? ¿Hice mal? Por favor sea sincera y dígame lo que piensa. Muchas gracias y que Dios la bendiga.

ABUELO ACUSADO

QUERIDO ABUELO ACUSADO:

Absolutamente no es culpable de nada, mi estimado señor. Usted hizo perfectamente en protegerse de su nieto, que ha demostrado que no merece la confianza de nadie, y usted ya merece paz y tranquilidad. Si existe algún culpable es el hijo de usted, por no haber criado debidamente a su propio hijo y por no buscarle ayuda profesional, al comprobar que ellos no podían con el problema, mientras es posible hacer algo por él.

No se sienta mal ni inquieto. Espere con paciencia a que su hijo reconozca que usted no se equivocó al negarle a su nieto lo que le proponía. Es usted un apersona bastante mayor que merece vivir tranquilo y sin la preocupación de tener en su casa a un joven que en toda su corta vida no ha sabido comportarse como persona decente. Si él fuera diferente, nadie le negaría su ayuda. Y eso lo saben sus padres. Ojala que ellos comprendan que la manera de apoyarlo es buscándole ayuda profesional. Tranquilícese y reciba un saludo.

ANA

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CONFIDENCIAL PARA EMBROLLO:

Como lo pides, te contesto sin publicar tu carta. Y no puedo decirte, como lo deseas que tu comportamiento es correcto, todo lo contrario, te estás equivocando rotundamente. Y no te estás engañando a ti misma, sabes perfectamente lo que estás haciendo y reconoces que "andas mal", como dices. Tu novio y tu amiga no merecen el engaño que están recibiendo de tu parte. Lo engañas a él, traicionándolo con el novio de tu amiga, y la amistad de ella que como dices "ni por aquí le pasa que tienes relaciones íntimas con su novio". Si reconoces que lo que haces está muy mal, ¿por qué continúas? Estás devaluando tu propia estima, te estás ofendiendo porque ese muchacho "es guapo y te gusta mucho". ¿Dónde quedan tu moralidad y tu espiritualidad? Termina con esa situación, recurre a tu dignidad. Devuelve a tu vida el gran valor que tiene.

ANA

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