`Mi suegra siempre nos ha traído felicidad, tranquilidad y buenos consejos.'

QUERIDA ANA:

Estoy casado con una mujer maravillosa que me dio dos hijos que adoro y que en estos momentos ya tienen 28 años el varón y 26 años mi preciosa hija. Ella ya está casada y mi hijo no, pero tiene un trabajo estupendo y está viviendo desde hace dos años en Canadá. Allá tiene una novia que dice va a traernos para conocerla.

Mi suegra tiene 85 años. Cuando nosotros teníamos dos años de casados, falleció mi suegro en un accidente y al poco tiempo ella aceptó venir a vivir con nosotros. Desde entonces solamente nos ha traído felicidad, tranquilidad, buenos consejos y mucha ayuda. Ella vale oro.

Mi querida segunda madre ha dedicado una gran parte de su vida a ayudar a mi familia. En toda la vida, solamente tuvimos que pedir a alguien que cuidara a nuestros hijos creo que en tres ocasiones, pues ella estaba fuera del país visitando a una hermana, pero mientras los niños fueron pequeños, ella fue siempre quien nos los cuidó. Y lo hizo con gran amor y de la mejor manera.

Además siempre ayudó a mi esposa a el quehacer de la casa, pues aunque había quien ayudara, a ella le gusta hacer la comida y muchas veces a lo largo de todos estos años, ella ha sido la que lava los trastes de la noche, también ha ayudado a lavar o a planchar la ropa. Su afán en ayudar era tanto, que mi esposa tenía algunas veces que esconder la ropa para evitar que ella trabajara tanto. Además le gustan mucho los animales y ella siempre se encargó de cuidar a los perros que hemos tenido y ha tenido pajaritos. Le aseguro que los perros la querían más a ella que a cualquiera de nosotros.

Siempre que alguien de la familia ha necesitado ayuda, mi suegra ha estado allí para ayudar. Es la persona más considerada que conozco. Y si ella piensa que necesitamos privacidad en algún momento o viene gente de mi oficina o alguna pariente o amiga de mi esposa que quiere conversar cosas personales, ella desaparece sin que siquiera se note, se va a su recámara y cuando le hemos rogado que se quede, ella no siempre acepta. Hemos aprendido a no imponerle nuestra voluntad. Ella puede hacer lo que desea.

Siento pena por las personas que no tienen en sus vidas a una suegra como la mía. Y la sentiré infinitamente su ausencia el día que ya no esté con nosotros.

Este es un tributo a una mujer extraordinaria que ha tenido la sabiduría de estar donde puede dar felicidad y apoyo cuando se necesita.

YERNO AGRADECIDO

QUERIDO YERNO AGRADECIDO:

Qué hermoso tributo ha ofrecido a su suegra, esa mujer maravillosa que gracias a Dios aún tienen a su lado y a quien le deseo que los acompañe muchos años más.

Han sido una familia muy afortunada teniéndola con ustedes, y ella al tenerlos a ustedes. Que bello sería que muchas familias pudieran gozar el amor y la cooperación entre las generaciones como la suya. Yo pienso que el secreto está en el respeto mutuo de los límites de cada quien.

Felicitaciones sinceras para todos. Gracias por compartir con nosotros las hermosas cualidades de esa Señora que vive a su lado.

ANA


-0-0-0-0-0-

QUERIDA ANA:

Mi esposo y yo tenemos doce años de casados. Durante diez años tuvimos una vida sexual estupenda, hasta que le dio cáncer de próstata, y entonces todo cambió.

Necesitó cirugía, radiaciones y quimioterapia, y perdió todo interés en el sexo. Los dos somos jóvenes y para mí esto ha sido muy, pero muy difícil.

Vimos a un especialista que recomendó algo como un implante, pues el cáncer ha cedido y el oncólogo le recomendó al especialista, pero mi esposo se niega a hacer lo que el especialista le aconseja, porque dice que no es "natural".
Aceptó ir a ver a otro médico pero no ha ido. Le sugerí que fuéramos a ver a un psicólogo para que le "abriera la mente", pero tampoco ha querido.

Estoy frustrada y defraudada. Sé que mi esposo me quiere, pero me siento muy sola y como abandonada. ¿Qué puede aconsejarme, por favor? Muchas gracias.

FRUSTRADA

QUERIDA FRUSTRADA:

Me alegra que tu esposo haya superado su enfermedad, pero necesita ver a algún psicólogo que le ayude a aceptar el hecho de que un implante podría mejorar su vida y tal vez salvar su matrimonio. Dile que si el oncólogo y el especialista lo proponen, debe ser bueno. Y desde luego significaría un mejor futuro para ti. Insiste, seguramente el amor que te tiene, hará que cambie de parecer.

ANA