Los incrédulos
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2 octubre 2015

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Los incrédulos molestaban de continuo a San Virila (Los incrédulos, según es bien sabido, creen en molestar a los no incrédulos).
-Haz un milagro -le decían una y otra vez.
San Virila no hacía ninguno de los milagros en que era especialista: no resucitaba al cachorrito que se le había muerto a una niña; no hacía aparecer un rayo de sol en el invierno para que calentara a un pobre anciano; no convertía el mal vino en agua buena.
Los incrédulos le preguntaban con irritación:
-¿Por qué ya no haces milagros?
Y respondía él:
-Porque los hombres ya no los merecen.
¡Hasta mañana!...
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