¿Remedios propios para un catarro ajeno?

Opinión
/ 15 mayo 2013

En un interesante artículo publicado en la más reciente edición de la revista Foreign Affairs, la académica Manjari Chatterjee describe el contraste en la forma en que se percibe la India a sí misma, pues mientras en los círculos internacionales se toma nota de las señales que envía el país sobre su inminente grandeza, entre la élite de su gobierno, no se habla mucho de ascenso.    

De acuerdo a su análisis, dos razones destacan para explicar esa discrepancia: por un lado, el proceso de toma de decisiones en lo referente a su política exterior es a menudo individualista y dependiente de quien se encuentre a cargo del área correspondiente. 

Por otro lado, quienes toman las decisiones en política exterior, se encuentran aislados de importantes influencias externas, como de organizaciones y centros de investigación (think tanks), que en otros países sirven de gran apoyo para que sus gobiernos refuercen su propia noción del lugar que ocupan en el mundo.

Chatterjee explica que son varios los factores que explican la falta de una planeación a largo plazo, entre los que sobresalen el reducido número de oficiales del servicio exterior, y una consecuente sobrecarga de funciones, que no les da tiempo ni oportunidad para desarrollar un pensamiento estratégico. Además, considera que normalmente su trabajo se limita a resolver bomberazos, y atender situaciones que surgen en el día a día, privilegiando así lo urgente sobre lo importante, y descuidando la consecución de objetivos estratégicamente planeados.

El ensayo, aunque se limita al estudio de la burocracia de la India, ofrece un diagnóstico y arroja conclusiones que -guardada toda proporción- bien vale la pena revisar por las semejanzas que podría tener con nuestro país. Por ello resulta destacable que, considerando las perspectivas de convertir a México en un actor con responsabilidad global, y de fortalecer la presencia, promover el valor y velar por los intereses de México en el mundo, la Cancillería haya decidido establecer una oficina especialmente dedicada a la Planeación Estratégica de nuestra Política Exterior.

Esta oficina, que estará a cargo de promover un diálogo continuo con académicos, funcionarios y expertos, además de elaborar documentos analíticos, desarrollar iniciativas, e impulsar una agenda de innovación institucional, seguramente se convertirá en uno de los grandes activos en el proceso de toma de decisiones de nuestra política exterior.

@felipecarrera1

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