Ciudad del futuro

Opinión
/ 26 junio 2013

La unidad de inteligencia FDI de la prestigiosa publicación Financial Times dio a conocer los resultados de un estudio en el que se evaluaron 422 ciudades del continente Americano para determinar cuál de ellas es la ciudad del futuro. El conjunto de ciudades se dividió de acuerdo al tamaño de su población en mayores, grandes, medianas, pequeñas y menores. En cada una de las categorías se tomaron en cuenta los siguientes aspectos: potencial económico, recursos humanos, relación costos-beneficios, infraestructura, y facilidades para hacer negocios.

En el ámbito del potencial económico, en la categoría de ciudad mediana (con una población superior a los 200 mil habitantes y un área metropolitana con más de 750 mil) con mucho orgullo aparece la ciudad de Saltillo, Coahuila, México, en primer lugar.  

Cabe destacar que para medir este ámbito se tomaron cuestiones de tan diversa índole como las proyecciones del crecimiento poblacional, el producto interno bruto, el índice de desempleo, el aumento en el número de patentes, el número de megaproyectos en términos del capital de inversión y de los empleos que conllevan, la inflación, los flujos de inversión directa desde y hacia la ciudad, el gasto en tareas de investigación, diseño, prueba y desarrollo de productos, y el índice de competitividad global.

Aunque se antoja complejo de conjugar tantas variables, el cóctel de elementos a considerar es sumamente completo porque en el fondo implican desde iniciativas privadas hasta programas universitarios, así como políticas públicas que se encuentran dentro de la competencia de distintos órdenes de gobierno. El mérito por lo tanto no es exclusivo, sino compartido. Y lo que es mejor, no refleja únicamente lo que se ha hecho bien en el presente, sino también lo que se ha decidido atinadamente en otras generaciones.  

El honor de considerarse como la ciudad del futuro debe tomarse con prudencia y mucha responsabilidad, pero es un motivo suficiente para mirar con optimismo al porvenir. Quizás lo  difícil no es llegar sino mantenerse, pero lo importante es que el incentivo ya está ahí para privilegiar la sinergia entre los diversos actores, y sobre todo, que hay un reconocimiento de que las perspectivas de una región próspera y sobresaliente son reales.

@felipecarrera1

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