La CNTE se ha impuesto

Jamás la Ciudad de México fue rehén de grupos manejados por chantajistas, esta vez del magisterio, ni en los peores momentos del movimiento de 1968, ni cuando Othón Salazar se posesionó de la Secretaría de Educación Pública y fue arrestado por decisión del presidente López Mateos.

A gritos reclama la población del DF por qué es permitido ese vandalismo, por qué quienes viven en una de las ciudades más importantes del mundo y pagan impuestos, muy caros en todo, han de soportar durante más de 90 días ese espectáculo repugnante y de miseria en el Zócalo, donde ¡los maestros de este país! cocinan, pernoctan defecan y tienen el descaro de pedir limosnas a la gente a la que afectan.

La CNTE no está integrada por gente de izquierda, no es de luchadores sociales y la conforman individuos y mujeres que algo ocultan y que durante lustros han sido manipulados por líderes perversos, dedicados a las exacciones en Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, en primer término.

En el Zócalo no duermen liderzuelos como el de la Sección 22, Rubén Núñez. Ocupan cómodas habitaciones en hoteles. Son fieles imitadores del fallido luchador social, López Obrador, quien hizo lo mismo cuando llegaba con sus caravanas de Tabasco. Hoy pide diálogo y congruencia el cínico que cerró Paseo de la Reforma.

¿CUALES SON LAS BANDERAS de la CNTE? Más dinero, más días de vacaciones, trabajar menos de los 200 días por año, ganados mediante plantones y marchas y, lo sublime: debido a su ignorancia rechazan exámenes y evaluaciones. Quieren plazas de regalo y diversas prestaciones, incluso viajes a lugares de verano, porque así los enseñó Elba Esther Gordillo, antes de romper con ella.

Esto son los maestros de México y el caos que provocan explica ínfimos niveles educativos, de las entidades más pobres y atrasadas de México, principalmente Oaxaca y Guerrero. Sobre eso pagan a los oaxaqueños un bono de 2 mil 500 pesos, ahí en el Zócalo, por "ajuste de calendario".

Débiles autoridades han permitido que la CNTE se engolosine. En ningún país del mundo son tolerados semejantes desmanes, y menos que queden sin castigo.

ENFURECE, DECEPCIONA QUE el jefe de Gobierno del DF, Miguel Angel Mancera, se sienta satisfecho porque, según su pobre criterio, evitó un derramamiento de sangre cuando sus policías contuvieron a los revoltosos en su intento de bloquear el Periférico. ¿No era su obligación hacerlo?

Si la autoridad no procede con firmeza y propicia desórdenes, todos estamos perdidos. Nadie quiere que corra sangre, pero si se permite que los conflictos se agranden, aun cuando los manifestantes carezcan de razón, como es el caso de la CNTE, ahí están las consecuencias.

Es obligación de Mancera garantizar el orden. Para eso se le nombró, pero carece de inteligencia en el diálogo ante los disidentes, y no ha concertado una solución al conflicto con el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, rebasado también por la CNTE.

A casi tres meses de los asesinatos de 13 jóvenes plagiados en el antro Heaven, el escalofriante suceso fue esclarecido por la Procuraduría General de la República. Dirige la averiguación el subprocurador Sales Heredia, verdadero investigador. El procurador del DF, Rodolfo Ríos Garza tiene a policías de escritorio, buenos para incautar antros.

¿No les da vergüenza que el Departamento de Estado de EU estuviera a punto de recomendar a sus ciudadanos no venir al DF por ser zona de peligro, y México cause pena mundial? ¿Les place que los diputados sesionen en un salón para banquetes? ¿Qué otros hachazos a la nación serán asestados?

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