Desastres Naturales y Desarrollo Económico Regional

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SHCP ha ajustado a la baja en una 10ª el crecimiento del PIB debido a los daños por `Ingrid' y `Manuel', de 1.8 a 1.7% para 2013
Las torrenciales lluvias e inundaciones provocadas por "Ingrid" y "Manuel" sobre dos tercios del territorio nacional han dejado lamentables pérdidas de vidas humanas en localidades urbanas y rurales, es necesario resaltar que las mayores pérdidas de impacto social ocurrieron en las comunidades aisladas, donde la infraestructura es escasa y los niveles de marginación son elevados. Comunidades formadas en zonas de elevada vulnerabilidad a desastres naturales, asentamientos humanos formados al margen de la asistencia técnica de las autoridades de desarrollo social y de Protección Civil a nivel Estatal y Federal sólo amplifican el daño social y hace que las pérdidas recaigan más en la población que menos tiene, su efecto es regresivo daña mas y durante más tiempo a los asentamientos más vulnerables, más aislados, con menos ingresos y menos capacidad de reconstrucción.
La SHCP ajustó a la baja en una 10ª el crecimiento de este año del PIB debido a los daños por los eventos meteorológicos, de 1.8 a 1.7% para 2013.
Es necesario reconocer que tal disminución corresponde a la pérdida de bienes y servicios que no serán comercializados dado que se perdieron a causa del desastre. Pero también es necesario reconocer que parte del acervo de capital se ha destruido en forma destrucción de autopistas y carreteras, así como tierras de cultivo y viviendas que forman parte del capital físico de la economía, tal destrucción o pérdida de capital disminuye la producción, capacidad de distribución y en su conjunto eleva los costos de las economías regionales afectadas, lo que disminuye el ingreso y al PIB en el agregado en forma inmediata o en el corto plazo.
Sin embargo, la producción de bienes y servicios para remplazar el capital destruido, así como el consumo por las actividades de rescate, alivio, limpieza y reconstrucción de la infraestructura destruida significará un impuso positivo al crecimiento del PIB, que obviamente será transitorio y no significará que la economía tenga mas capital o mayor producción, sólo es el efecto "rebote" por la compensación para reponer el curso de las actividades económicas en tales regiones. Por lo que las actividades relacionadas a la reconstrucción provee de efectos semejante a un estímulo de gasto privado y público a la economía, pero no se debe de olvidar que es un efecto temporal y no permanente y no significa una mejora respecto a la situación anterior a los eventos catastróficos.
A lo largo de la experiencia de los mas recientes desastres naturales a nivel global debido a huracanes y terremotos, se ha observado que el costo en el nivel del crecimiento del PIB es insignificante o nulo en países desarrollados y con efectos sustantivos en países de menor desarrollo, es decir, que la trascendencia económica de tales eventos en la economía depende del nivel de desarrollo del país, lo cual también ocurre a nivel de las economías regionales al interior de un país. El efecto adverso para la economías es mayor si los Estados o Entidades Federativas tienen un menor nivel de desarrollo regional, tal es el caso precisamente de la devastación y costo en Guerrero y Michoacán. La magnitud de las pérdidas económicas, e incluso humanas en vidas, esta inversamente relacionado con el nivel de desarrollo.
Los efectos de largo plazo pueden ser de distinta naturaleza, desde la migración de la población a áreas menos vulnerables, lo cual es un efecto positivo, hasta la pérdida permanente de áreas anteriormente productivas y que ahora no resulten aisladas permanentemente con el resto de las economías locales. El efecto en políticas de gasto público no se debe limitar a la reconstrucción, es endémico en México los asentamientos humanos en zonas vulnerables a eventos climáticos y que la calidad de la infraestructura de comunicaciones no corresponde a especificaciones que minimicen los daños. Conociendo que, dada la localización del país, tales meteoros son mas probables que en el resto de Norteamérica y de Sudamérica, estamos en la zona de mayor incidencia continental de eventos extremos climatológicos, que es el norte de Centro América y el Caribe. Sin embargo pareciera que la regulación del Estado en la infraestructura hidráulica, carretera y de vivienda no lo ha reconocido en forma reiterada a pesar de experiencias pasadas.
rtovar@itam.mx