Tipología ante el desastre

Opinión
/ 2 octubre 2015

Son diversas las reacciones y las actitudes.

Puede hacerse una tipología ante el desastre después del paso nupcial de la pareja Ingrid-Manuel por el territorio nacional. Vinieron ambos huracanes a dejar agua abundante en presas, lagos y ríos, mantos acuíferos y a dejar la tierra lista para cultivos.

Se encontraron las aguas con caseríos en su cauce. Tomaron otros desbordándose hacia tierras bajas inundables, llenas de caseríos, en asentamientos inhumanos, sobre tierras de gran riesgo.

"Todo se llevó la corriente" fue el comentario de miles de familias damnificadas por su asentamiento barato y peligroso. Sobrevino el desastre, el desalojo forzado, la vida provisional de albergue.

Aparecen las actitudes y las reacciones que pueden tipificarse. Los Ados y los Idos.

Los desesperados al ver su patrimonio derruido y arrastrado, perdido entre las aguas del huracán. Los indignados contra gobiernos que no avisan a tiempo o que no desalojan oportunamente.

Los abnegados que se dan a la tarea humanitaria de rescatar, de salvar, de transportar, de alimentar. Muchos de ellos con uniforme del Ejército.

Los acaudalados que disfrutan su seguridad sin mover un dedo para compartir, ayudar, acompañar, restituír.
Y, además de los atípicos pueden enlistarse los Idos.

Los perdidos y desaparecidos en los deslaves como el de La Pintada.

Los sorprendidos y aturdidos que buscan tapar el pozo después del niño ahogado.

Los dormidos y los escondidos que no alertaron a tiempo o no quieren que los encuentren como responsables de haber autorizado asentamientos inhumanos.

Los distraídos y los atrevidos que: unos siguen su vida como si nada hubiera pasado y otros arriesgan hasta la vida propia por salvar otra.

Habrá también arrepentidos y se esperarán corregidos que humanicen la situación de los caseríos cercanos a ríos y presas.

No faltarán los esperanzados y los decididos no solo a protestar sino a sugerir y a participar en reconstrucciones inteligentes, sin intereses mezquinos ni transacciones corruptas. Para ellos la mejor noticia será una temporada de huracanes 2014 sin víctimas ni destrucciones. Entonces se verán los huracanes no como una calamidad sino como una bendición...

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