Avisos clasificados
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Los avisos clasificados son, como puede constatarse cotidianamente con la lectura de cualquier periódico -o consultando los interminables catálogos electrónicos de la red de redes-, una fuente interminable de sorpresas.
Hay ahí de todo, literalmente: oferta de empleos, personas que venden, otras que compran, otros más que aún practican el trueque, gangas de la más diversa índole y para todos los bolsillos.
A los avisos clasificados se acude para buscar empleo, auscultar el mercado inmobiliario, el de los autos usados o el de las armas medievales. También para ofrecer la fuerza de trabajo personal en todos los ámbitos, desde el empleo doméstico hasta la atención terapéutica especializada.
Pero no sólo eso. A los avisos clasificados ahora también se va para mostrar gratitud a nuestros congéneres y a los habitantes del mundo celestial.
Por aquí vemos un aviso en el cual la familia mangana agradece -ante la imposibilidad de hacerlo personalmente- a todos quienes les ofrecieron consuelo y solidaridad durante el doloroso trance por el cual atravesaron recién. Más allá, doña fulana hace pública su gratitud a la virgencita de Guadalupe por el milagro concedido en la humanidad del marido Aunque unos días después se arrepienta.
Estos últimos avisos siempre me han intrigado mucho. ¿Cómo le hace la gente para saber cuál periódico lee la virgencita o Dios? Imagino que existirá un tablero de avisos en la Diócesis de cada lugar dando cuenta del asunto: esta semana, nuestro señor leerá el periódico sutanito... o algo así.
Pero hay quienes no pueden darse el lujo -pese al accesible costo- de los avisos clasificados, o saben de antemano que entre el público de tales apartados de la prensa escrita no se encuentran aquellos con quienes desean entrar en contacto.
Se recurre entonces a la publicidad, digamos... alternativa: se imprime un volante en un trozo de papel, se le fotocopia al infinito y se procede a colocarlo en aquellos sitios a donde se sabe acuden las víctimas potenciales.
Así, un día cualquiera, uno va al baño de un bar y mientras se desaloja lo que desalojable tiene el cuerpo, se entera de la iniciativa de un entusiasta de la música que, a nivel local, ha decidido acometer la empresa de conformar una nueva banda musical.
SE BUSCAN INTEGRANTES PARA BANDA DE HARD ROCK Y GLAM METAL. Así, en letras mayúsculas y a 18 puntos, impresas las palabras en forma transversal en una hoja tamaño carta y colocada ésta a la altura de los ojos, sobre la pared donde se recarga el mingitorio, es imposible ignorar el aviso o hacerse el desentendido.
Así que sigues leyendo: Que sean dedicados, amen la música, tengan sus instrumentos y obviamente los sepan tocar. El objetivo de la banda es triunfar y llegar más allá de la cima.
A esas alturas ya estás atrapado. Aquello no es solamente un aviso de reclutamiento de futuras estrellas del escenario, no señor. ¡Se trata de un auténtico manifiesto!
En el siguiente párrafo, el autor del texto decide asumir el papel protagónico y comienza a utilizar la primera persona del singular: Deseo crear una buena banda con la magia de los 80s; buen hard rock y la nostalgia de las POWER BALLADS para después comenzar a sacar nuestras propias rolas y usar en escenarios o tocadas toda la moda Glam, heavy rockera que se usaba en la época sin exagerar.
Aquí un toque importante: las palabras sin exagerar se colocaron en negritas y subrayadas. Está muy claro: la banda âcualquiera que vaya a ser su nombreâ abjurará de la estridencia aunque, al decir de un conocedor del asunto a quien consulté, ello sea prácticamente imposible si de glam se trata.
Luego las precisiones: busco baterista, bajista, guitarra rítmica y un buen vocal (hombre o mujer). En aras de no alejarme de la verdad debo señalar que los puestos de guitarra rítmica y vocal ya estaban tachados en el ejemplar del anuncio que encontramos aquella noche.
Enseguida, otras precisiones muy relevantes: grupos de influencia: Kiss, White Snake, Poison, Cinderella, Black Sabath, Def Leppard. Importante aclaración para quienes, a estas alturas, no hubieran entendido lo que se busca al integrar una banda de Hard Rock y Glam Metal.
Para finalizar, unos versos de la canción God Gave Rock & Roll To You II, de Kiss: no tienes dinero o un auto lujoso/ y estás cansado de pedirle a una estrella fugaz/ tienes que poner tu fe en una guitarra fuerte....
La banda que leyó aquel manifiesto, una noche cualquiera de chelas en El Cerdo, concluyó en forma unánime que aquel texto merecía la inmortalidad y debía, en todo caso, ir a parar a la sección de avisos clasificados de Vanguardia, así fuera necesario cooperar para pagar la factura.
Un sólo agregado -dijo alguien- debía hacérsele al mismo: la convocatoria para conformar la horda de groopies de la banda...
¡Feliz fin de semana!
carredondo@vanguardia.com.mx
Twitter: @sibaja3