El Escudo de Saltillo
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El pasado 6 de octubre fui invitada a participar en un foro organizado por el Ayuntamiento de Saltillo y el Archivo Municipal, en el que se sometería a discusión una propuesta emanada de la fracción priísta del Cabildo en relación a un cambio en el lema del Escudo de Armas de nuestra ciudad y en el que se pediría emitir una postura personal al respecto. Por circunstancias que no vienen al caso me fue imposible no sólo participar, sino también enviar mi opinión sobre la materia de la convocatoria. En verdad sentí mucho no poder participar, tanto como agradezco ahora la invitación para hacerlo. Si a alguien le interesan las cosas de nuestro Saltillo es a esta escribidora.
Abusando de este espacio que tan generosamente me brinda VANGUARDIA domingo a domingo, y considerando: 1. El enfoque local, casi parroquial, de esta columna, y 2. La pertinencia del tema, que no ha sido tratado anteriormente en la misma, aprovecharé para hablar hoy del Escudo de la ciudad y dejar aquí mi postura sobre la propuesta del cambio en el lema.
Los escudos de armas de las ciudades, así como los de las familias o linajes, son una insignia privativa que les da una identidad propia y única por medio de figuras y símbolos dibujados tanto en su interior como en la base, la orla o la corona. Por eso, todo en un escudo remite siempre a los elementos esenciales de la composición y la historia de la ciudad a la que identifica. El uso de los escudos de armas nace en la Edad Media y principalmente con las Cruzadas, ante la necesidad de identificación de los caballeros, cubiertos en su totalidad por sus armaduras. Los logotipos actuales, utilizados por toda clase de organizaciones, instituciones, clubes y grupos, son escudos de armas simplificados, que no siguen las reglas de la heráldica, pero que identifican a sus dueños.
Hombres Fuertes, Tierra Rica, Clima Benigno es el lema original del escudo de armas de Saltillo. El cambio que propone al Cabildo el regidor Adrián de Jesús Herrera López, consiste en añadir la palabra mujeres para que la frase diga Mujeres y Hombres Fuertes, esto, argumenta, en favor de la equidad de género. Creo poder calificar esto como uno más de los tantos abusos que se cometen en nombre de la tan llevada y traída equidad de género, que además, debiera decirse con toda corrección y sin eufemismos, equidad de sexo.
Además, dicha propuesta la retomó el regidor Herrera López del dirigente nacional de su partido, César Camacho Quiroz, quien propuso el cambio al lema del Escudo durante una visita que hizo a Saltillo el pasado 2 de junio, en apoyo a lo señalado poco antes por el presidente Peña Nieto en el sentido de alentar una mayor participación de las mujeres en la política nacional, ya que todas las entidades federativas están gobernadas por varones, en completa ausencia femenina de todos los partidos políticos.
Bien lo señaló Javier Villarreal Lozano en su participación en el foro, en cuya postura manifestó estar convencido de que la equidad no radica en la gramática, sino en el respeto y la verdadera igualdad, legal, social y económica entre hombres y mujeres, y aclaró que el lema del Escudo debe permanecer inalterable. Una opinión que comparto en todo. A mi vez, propongo cambiar el capítulo 10 del Bando de Policía y Buen Gobierno a fin de enriquecer la descripción tan pobre que hace del Escudo de Armas de Saltillo.
Se acaba el espacio, y nuestro Escudo se quedó ya para el próximo domingo, mientras tanto, pase muy bien la semana.
edsota@yahoo.com.mx