Flores menonitas mexicanas

Opinión
/ 30 marzo 2016

La artista Eunice Adorno, situó en Nuevo Ideal, comunidad de unos 7mil menonitas en el municipio del Estado de Durango, uno de sus proyectos más cautivantes llamado Mujeres Flores o Fraum Blaum en alemán. La artista relata por medio de fotografías la vida de las mujeres menonitas, que desde 1920 llegaron a los estados de Durango y Zacatecas.

Las imágenes de la artista expresan un recorrido visual que inició a partir de su identificación con las mujeres de esta comunidad, al ser acogida en la casa de una de estas familias, formó parte de conversaciones, recuerdos e incluso secretos.

Las fotografías son huella de un alto grado de intimidad y una observación a la complicidad femenina que se descodifica entre elementos coloridos, como flores, texturas, combinaciones de diversos materiales y expresiones espontáneas en los rostros de las Mujeres Flores.

El cielo y sus nubes, la tierra árida y sus montañas, tienen una gran influencia en la vida menonita. En la decoración suave, la arquitectura, los vestidos y texturas, resaltan las flores, que se perciben como símbolo de una composición con un denso significado emocional.

Las flores son el elemento principal en la composición decorativa de las mujeres menonitas, que resaltan distintas connotaciones: femineidad, fertilidad, castidad y prosperidad.

La femineidad se expresa en sus largos vestidos estampados, que como pétalos de flores envuelven secretos y lo más íntimo de sí mismas.

La fertilidad es fundamental en la sociedad menonita porque está relacionada con la tierra y la reproducción femenina, creando un lazo místico entre la mujer y Madre Tierra.

Desde niñas, las mujeres cuidan de su cabello, lo trenzan y lucen haciendo alusión a la castidad, las vírgenes lo tapan con velos, mientras las mujeres casadas lo cubren con sombreros.

El progreso de la tierra que trabaja el hombre, tiene que ver también con los cuidados femeninos, las mujeres son las que se encargan de cocinar y al mismo tiempo cuentan historias y recuerdos. En el bordado, tejido y otros trabajos manuales la mujer realiza el acto de crear y dar vida al hogar.

En las fotografías de Eunice Adorno, se encuentran flores de plástico que contrastan con las actividades que los menonitas realizan en sus comunidades, donde nacen, crecen, se reproducen y mueren. Las flores de plástico hacen referencia a la nostalgia por querer regresar a su origen natal y al apego tradicionalista de costumbres, que incluye la resistencia a convivir con la cultura exterior, e incluso la oposición de mezclarse con otros individuos.

Eunice Adorno muestra en Mujeres Flores, una compilación de sentimientos y enigmas impenetrables. Es un trabajo que trasciende el nivel documental, trasladando los sentimientos femeninos a imágenes que sobrepasan las barreras de tradiciones y costumbres religiosas en el que las miradas comunican sensaciones.

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