¡Aguas, Xóchitl! Urgen en el PAN alianzas estratégicas
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Punto de partida: el Frente Amplio por México quedó con tres precandidatos a la presidencia de la República: Xóchitl Gálvez, Santiago Creel y Beatriz Paredes.
En cinco foros regionales ellos presentarán sus propuestas. Los foros iniciaron el 17 de agosto y finalizan el 26 de este mes. Del 27 al 30 habrá un segundo estudio de opinión y el 3 de septiembre la ciudadanía apartidista con simpatizantes y militantes del PRI, PAN y PRD definirán mediante una consulta −integrado por voto directo y una encuesta directa− el candidato o candidata del Frente para luchar por la presidencia en las elecciones de 2024.
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Primer enfoque: el primer filtro que consistía en alcanzar 150 mil registros para avanzar, mostró estos resultados. Xóchitl logró 554 mil 699 registros divididos de la siguiente manera: 436 mil 717 por registro universal, 27 mil 839 por promoción y 90 mil 143 por partidos políticos.
La composición de esta votación refleja un espíritu fuertemente ciudadanizado: Si sumamos los votos de registro universal y de promoción, alcanza los 464 mil 556 votos, es decir, el 84 por ciento del total de su votación.
Por su parte, Beatriz Paredes alcanzó 451 mil 934 votos divididos de la siguiente manera: 195 mil 610 (universal), 81 mil 632 (promoción) y 174 mil 692 (partidos políticos). Hacemos la misma operación y sumamos los registros universales con los de promoción para conocer el peso de Paredes en la sociedad civil y nos arroja esta cantidad: 277 mil 242. El voto de Beatriz es ciudadanizado en un 61 por ciento nada más.
Por ello, la diferencia del peso ciudadano entre Xóchitl y Beatriz es evidente: 464 mil 556 versus 277 mil 242. Son 187 mil 314 votos de diferencia a favor de Xóchitl.
¿Cuál es la diferencia entre el voto partidista de Xóchitl versus el de Beatriz?
Cómo Xóchitl comparte el voto panista con otro finalista, Santiago Creel, alcanzó 90 mil 143 votos por 100 mil 327 de Creel. Beatriz, en cambio, obtuvo por la estructura priista, 174 mil 692 votos.
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Sin embargo, los votos de Xóchitl y Creel sumarían 190 mil 470 votos, es decir, 15 mil 778 votos más que Beatriz.
Primera conclusión: estos son números, nada más, pero ilustrativos para puntualizar lo siguiente:
La movilización del voto ciudadano será decisiva para fortalecer la candidatura de Xóchitl y para ello es crucial que Santiago Creel decline, a la brevedad, a su favor. Para asegurar, sin fisuras, la movilización panista a favor de ella.
El PRI −con su capacidad de movilización− no es un ente monolítico, menos ahora, desde el respirar de sus escombros y un liderazgo debilitado, en la persona de Alejandro Moreno. Por ejemplo, en el tránsito de Paredes por la República para darse a conocer, varios estados no respondieron al llamado de Alito para arroparla.
Urge que Xóchitl establezca alianzas estratégicas con Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo, José Ángel Gurría y los dirigentes del PAN y PRD para apuntalar sus posibilidades de triunfo.
Los Xóchitlovers y los simpatizantes de ella deberán, cada día antes del 3 de septiembre, transformarse en activistas de tiempo completo entre sus redes afectivas y familiares.
Segundo enfoque: Alito y la cúpula priista se juegan su supervivencia y la de sus intereses particulares, para ello tiene dos caminos: (1) el primero consiste en forzar la maquinaria priista para asegurar −de alguna manera− el triunfo de su candidata que ocasionaría el siguiente resultado: Paredes sufrirá una vergonzosa derrota electoral. Los índices de abstencionismo subirán de manera histórica entre clases medias y altas. Y el PRI de Alito aparecerá como el esquirol que arregló la llegada del candidato de AMLO a la Presidencia para afirmar su impunidad personal. Sobra decirlo, pero con ello, morirían las posibilidades de refundación del tricolor.
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(2) El segundo es no estorbar el camino de Xóchitl a partir del aprendizaje de la reciente experiencia electoral de Coahuila. La cual, bajo el liderazgo de Manolo Jiménez, ciudadanizó su campaña y la esperanza colectiva de los coahuilenses. Este diciembre próximo, Manolo iniciará la implementación de esa forma de hacer política con los coahuilenses de las cinco Regiones.
Ojalá Alito entienda, por el bien de México y su partido, que la vida brilla y el futuro florece de este lado.
Segunda conclusión: Mientras Beatriz es el pasado, entrelazado con una política partidista venida a menos; Xóchitl representa el futuro, fincado sobre una plataforma ciudadana con el compromiso de construir la mejor versión de nuestro país. Igual, como ocurrió en Coahuila.
Nota: El autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución
