¿Austeridad? ¡NO! Es corrupción. Episodio I
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Plácido Garza DETONA que la Guardia Nacional suple al SAT en aduanas interiores y resulta peor de voraz
¿Les platico? ¡Arre!
Los letreros pegados en las ventanillas de la Aduana Interior de Monterrey son vergonzosos, dicen a la letra:
(...) “NO TENEMOS TINTA PARA GAFETE ANAM (Agencia Nacional de Aduanas de México”.
Se trata de los gafetes electrónicos de identificación de aduanas que rigen cualquier procedimiento que las agencias aduanales tienen que realizar en todo lo relacionado al comercio exterior.
La ANAM fue creada el 1 de enero de 2022 por decreto del ex presidente López Obrador y reemplazó a la Unidad de la Administración General de Aduanas del SAT.
Su titular es designado por la presidencia de la República a propuesta del secretario de Hacienda y el actual es André Georges Foullon Van Lissum, desde el 21 de junio de 2023, pero toda la operación de las aduanas interiores está en manos de la Guardia Nacional.
El pretexto de ponerlas en manos de los militares fue terminar con la corrupción y sí la había, sobre todo en el tiempo en que el nefasto Ricardo Peralta estaba a cargo.
Recuerden el falso decomiso de mercancía de contrabando en el Aeropuerto de la CDMX, que hizo para lucirse, cuando la directora del SAT era Margarita Ríos Farjat, que luego fue designada Ministra de la SCJN. Lo cesó fulminantemente.
Peralta fue el primero de los cinco administradores de aduanas que tuvo el sexenio de AMLO, antes de pasarle este organismo a la “custodia” de la Guardia Nacional.
”Pero llegaron los militares y el asunto se corrompió mucho más”, me dice uno de los 30 agentes aduanales que sufren las de Caín con lo que ocurre en la Aduana Interior de Monterrey, que opera muy cerca del Aeropuerto Mariano Escobedo.
OMACarga
Esta empresa, operadora de dicho aeropuerto, envió recientemente un comunicado haciendo referencia a los problemas en el sistema de aduana:
(A todos los agentes aduanales)... “Les informamos que, debido a fallas técnicas en el sistema de la Aduana de Monterrey, se generaron retrasos al realizar la modulación correspondiente.
Como consecuencia de esta situación, las citas programadas tendrán un retraso y se recorrerán hasta que el sistema sea completamente restablecido.
(...) Esta interrupción puede generar retrasos en las operaciones habituales y lamentamos los inconvenientes. Estamos en comunicación con las autoridades correspondientes para (...buscar...) que los procesos sean agilizados”.
Firma el comunicado, Guillermo Nava Villarreal, Director de OMACarga.
El buen Guillermo no se refiere al origen de estas fallas, pero los agentes aduanales que han platicado conmigo me dan santo y seña del verdadero infierno que se ha desatado en la Aduana Interior. A saber:
El director de la de Monterrey es un civil, Eduardo Salazar Zavala, que tiene a su cargo a una docena de militares de la Guardia Nacional, que son los que realmente manejan ese lugar, que no tiene presupuesto ni para la tinta de las impresoras.
En contraste, los propios militares de la GN llegan a su trabajo en vehículos del año de marcas de alta gama.
Frecuentemente se les va la luz, porque a pesar de que tienen privilegios en el pago de dicho servicio, no lo atienden por andar ocupados en otras cosas.
Todos los softwares que antes operaban como relojitos en los tiempos del SAT, fueron sustituidos por harapos de sistema “diseñados” por proveedores contratados sin licitación por la GN.
En consecuencia, todo el procedimiento de comercio exterior se lleva ahora hasta 10 veces más tiempo que el habitual, lo cual ocasiona millones de dólares en pérdida para los clientes de las agencias aduanales y las agencias mismas.
”El comercio exterior está en declive debido a estas fallas pero esto es algo que nadie del gobierno federal admite”, me dijo uno de los afectados.
”Nuestro personal pierde lastimosamente días enteros con estos trámites, los cuales son provocados por los mismos militares. Cuando nos acercamos con ellos para suplicarles que nos liberen los trámites, le ponen precio a sus servicios, los muy descarados tienen tarifas internas que cobran dependiendo del tamaño de la operación”, me refieren los afectados.
Las pérdidas son cuantiosas. Cada agencia aduanal asigna hasta 10 empleados para estos trámites, cuando en otros países se requieren horas o minutos para la liberación de mercancías.
Cada empleado les cuesta a las agencias en promedio $500 diarios. Todo esto se “come” las utilidades de las agencias y por eso, en los últimos seis meses han cerrado cuatro que no han podido soportar todo esto.
CAJÓN DESASTRE:
- Mañana, el Episodio II de esta miniserie.