Carta dirigida a la madame Layda Sansores (Más corriente que un watt)
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PRÓLOGO. Presidente: Mil felicidades por su extraordinaria respuesta a nuestros socios de Estados Unidos y Canadá. Eso de poner a Chico Che con la rola “¡Uy!, qué miedo” en la mañanera de este miércoles, para contestarles a nuestros SOCIOS fue verdaderamente ¡genial! Me he reído mucho. Solamente a un verdadero estadista como usted, se le hubiera ocurrido. Que yo sepa, a ningún gobernante en el mundo se le hubiera ocurrido contestar una amenaza así. Es usted mi ídolo. ¡Vaya MADUREZ! ¡Qué bárbaro!
Madame Sansores: Con todo respeto, me dirijo a usted como Madame, porque no tiene idea de cómo me recordó a la Gran María Félix en su inolvidable película La Bandida.
Un gran filme de la Época de Oro del Cine Mexicano que, además de contar con La Doña, la acompañaban el inolvidable Pedro Armendáriz y el extraordinario Emilio “El Indio” Fernández. Película dirigida por el extraordinario director mexicano Roberto Rodríguez.
Si no la ha visto, véala. Se la recomiendo mucho. A usted y a mis lectores.
Madame Sansores: Tengo la enorme fortuna de no conocerla. Aunque sé perfectamente bien quién es.
Los colores de su pelo tan elegantes y distinguidos la hacen sobresalir de cualquier política en el mundo.
Su forma de gobernar en tan poco tiempo me ha dejado muy apantallado.
Sobre todo, en estas últimas semanas que se ha ido con todo contra “Alito” para descalificarlo.
Y para mis lectores que no están muy enterados de su bronca con “Alito”, se las contaré:
Fíjense que hace unos 4 meses aproximadamente, el Presidente amenazó al Presidente del PRI para que se alinee con Morena para aprobar la Reforma Eléctrica.
Y que, si “Alito” no se alineaba, la iba a pagar muy feo.
Hasta ahí la amenaza.
Lo que continuó fue muy fácil.
“Alito” le contestó al Presidente: “Ahí te ves”... y ¡sobres! A destruir a “Alito”.
Entonces, lo que hicieron en el gobierno federal fue proporcionarle a la excéntrica madame suficiente material privado de “Alito” para quemarlo en las redes. Y ahí se arrancaron.
Finísima madame: No cabe la menor duda que durante el inicio de su ataque, le fue muy bien. ¡Todo mundo odiaba a “Alito”! Pero a la mitad de esta batalla, la empezó a regar. Me queda claro que, por el tamaño de su pequeño cerebro, no calculó que el “pueblo” comenzó a ver a “Alito” como la víctima, sobre todo cuando lo quisieron espantar con la semidetención en el aeropuerto o con la cobarde destrucción de la puerta de su casa.
Así fue mi distinguida dama.
Terminó regándola.
La regó tan fuerte que, cuando amenazó en enseñar unas fotos de algunas diputadas priistas desnudas, todo mundo se le fue encima.
Imagínese, ¡hasta el presidente!
Hasta aquí mi crónica de los hechos.
Para terminar, me gustaría pasarle unos chismes de lo que las personas cercanas a la 4T han opinado de sus burradas:
Por protección a estas personas, no le diré sus nombres, sino que le diré sus apodos.
Recuerde que todos son de su partido y dos de estas cuatro personas dicen ser sus amigos muy cercanos.
“El Cheeseburger” me dijo que en Palacio alguien bastante conocido está muy molesto por la invasión salvaje a la casa de “Alito”.
“La Catsup”, una amiga suya, está muy enojada con usted porque no enseñó las fotos de las diputadas desnudas. No la baja de cobarde, etc. etc.
“La Mostaza”, una conocida suya de Campeche, dijo que se arrepiente de ser su amiga. Dizque por que le faltaron faldas para seguir destruyendo a “Alito”.
Y por último “El Hotdog” está muy decepcionado de usted. “El Hotdog” opina que le faltó creatividad.
Por último, madame Sansores, permítame darle un consejo de mercadotecnia gratis:
Aunque el Jaguar es el animal símbolo de la bella Campeche, el programa lo conduce usted. O sea, una mujer.
Yo le sugeriría que le cambie de nombre a su programa.
En lugar de la Hora del Jaguar... La Hora de la Gata.
Es mejor, ¿verdad?