El tomate mexicano es considerado ya la goya de la corona de los aranceles del presidente Donald Trump, pues el impacto será para las familias estadounidenses.
Especialistas, como el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), han advertido que debido a los aranceles su costo puede aumentar hasta 50 por ciento su precio.
Además, Estados Unidos no tiene la capacidad para incrementar su producción ni tampoco puede sustituir las importaciones mexicanas de tomate, pues el 55 por ciento del consumo estadounidense lo abastece México.
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