‘Caso Ancira’: ¿sirve para resolver crisis de AHMSA?
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Si Alonso Ancira es -o no- arrestado y puesto nuevamente en prisión, es un hecho que tiene relevancia sólo si eso implica que se resolverá, de una buena vez, la crisis de AHMSA
Hace ya demasiado tiempo que venimos reseñando dos tramas que, al menos en teoría, forman parte de un mismo problema: las acusaciones en contra de Alonso Ancira, como presunto responsable de delitos contra la administración pública, y la crisis de Altos Hornos de México (AHMSA), cuyas líneas de producción se encuentran paradas hace meses.
Pero aunque en principio ambas historias confluyen y forman parte de un mismo tema, lo cierto es que lo ocurrido en una línea temporal no necesariamente influye en lo que ocurre en la otra. El resultado de esto es que ambos temas se encuentran, literalmente, empantanados y las consecuencias siguen afectando a miles de familias de la Región Centro de Coahuila.
Y es que, como puede fácilmente deducirse de lo ocurrido en los últimos tres años, la “apuesta” del Gobierno de la República, al enderezar un proceso penal contra Alonso Ancira, era lograr rápidamente que éste dimitiera como cabeza de la empresa y, en consecuencia, dar paso a una nueva administración.
Sin embargo, aunque Ancira fue arrestado y permaneció en prisión durante varios meses -en España y en México- e incluso se ha informado “de manera oficial” que el hoy expresidente del Consejo de Administración de AHMSA ya vendió su paquete accionario, la situación continúa estancada.
Luego vino el proceso de “estrangulamiento” a la acerera, cortándole el suministro eléctrico y de gas, lo cual obligó a la suspensión de sus actividades y ha sumido en la peor crisis de su historia a la empresa además de instalar a sus más de siete mil empleados en la incertidumbre.
Como parte de dicha trama, ayer trascendió que el Gobierno de la República habría obtenido una nueva orden de aprehensión en contra de Ancira, ahora por el delito de evasión fiscal, mismo que implicaría que en cualquier momento se le arrestara y se le condujera a una celda.
¿Se trata de la ofensiva final del Gobierno Federal para “doblar” al ex todo poderoso dirigente de AHMSA y terminar de obligarle a dar un paso al costado permitiendo que nuevos accionistas asuman el control de la empresa?
No se puede asegurar tal cosa, pero los elementos a la vista dan para suponerlo. Más allá de ello, sin embargo, lo relevante en esta trama es si esta acción del Gobierno, en caso de confirmarse, va servir para poner fin a la crisis de la acerera que ya ha generado afectaciones más que severas en la Región Centro de Coahuila.
Cabría esperar que, antes de la satisfacción de venganzas personales, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador utilice los recursos legales de los cuales dispone para resolver la problemática que aqueja a los empleados de AHMSA que llevan meses sin cobrar su salario ni tener claridad sobre su situación laboral.
Si Ancira cometió delitos fiscales -o de cualquier otra índole- que se le castigue, sin duda. Pero el énfasis no solamente debe centrarse en la prosecución de un presunto delincuente fiscal, sino en poner fin a una crisis que, poca duda cabe, es también responsabilidad del Gobierno de la República.