Coahuila: Lecciones del voto diferenciado
Las cifras finales de las elecciones del 2 de junio reflejan un voto diferenciado en Coahuila. A nivel local, los ciudadanos eligieron al PRI y a nivel federal optaron por el proyecto de la Cuarta Transformación.
A nivel municipal, el PRI obtuvo 633 mil 842 votos, mientras que Morena recibió 468 mil 918. Esto sin contar los votos de sus partidos aliados como el PRD y UDC en el caso del PRI, y el PT en el caso de Morena.
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Estas cifras contrastan con la elección presidencial, pues Claudia Sheinbaum de Morena recibió en el estado 853 mil 437 votos según el cómputo finalizado.
Un ejemplo más del voto diferenciado se dio al cruzar los votos de las senadurías con la elección presidencial. Xóchitl Gálvez recibió 617 mil 208 votos en Coahuila al término de los cómputos, pero la alianza del PRI, PAN y PRD, que encabezó el exgobernador Miguel Riquelme Solís para la senaduría, obtuvo 726 mil 309 votos, una diferencia de más de 100 mil votos.
Otro ejemplo del voto diferenciado se dio en Movimiento Ciudadano. A nivel local recibió 61 mil 723 votos en Coahuila, pero para la elección presidencial sumó 85 mil 857 para el candidato Jorge Álvarez Máynez.
Ante el voto diferenciado es lógico cuestionarse por qué para una elección la gente vota por un bloque y para la otra cambia el sentido. ¿Por qué votar por el PRI en las elecciones locales y por qué no hacerlo igual a nivel federal? O viceversa: ¿por qué preferir a Morena en las presidenciables, distritos federales y senaduría, pero no para alcaldes?
Existen muchos análisis y teorías de los porqués. Aquí algunas:
Un punto es el tema de seguridad. Los coahuilenses se perciben en lo general seguros y eso se lo atribuyen a la primera autoridad que tienen, que son las y los presidentes municipales o el gobernador. El tema de seguridad es quizá el más importante para la toma de decisiones electorales en los últimos 20 años y ante ello es válido que la gente reflexione: ¿por qué cambiar cuando en lo general estoy bien? ¿Para qué moverle al avispero?
El asunto federal lo ven más lejano y en ese sentido avalan lo hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Otro supuesto es que los y las candidatas que está postulando Morena a las presidencias municipales no terminan por atrapar al electorado. No son perfiles que hayan sacudido las conciencias de la gente.
¿Por qué más de 100 mil personas que sí votaron por Miguel Riquelme, no lo hicieron por Xóchitl Gálvez?
En un estado netamente priista, creo que muchos tricolores no se sintieron representados por la candidata, más inclinada al panismo (a pesar de que se dijera ciudadana). Aquí también pudo pesar la fricción que se creó entre el líder nacional del PAN, Marko Cortés, y el gobernador Manolo Jiménez desde que el primero ventilara los acuerdos que hicieron para la gubernatura.
AL TIRO
Hay una frase trillada en el ámbito electoral: cada elección es distinta. Sí, y cada elector también es distinto.
Si bien persiste el voto en bloques, me parece que los políticos y partidos continúan subestimando la reflexión y razonamiento de la gente a la hora de votar. No es sólo un asunto de partidos, también es un asunto de personas y perfiles, de campaña, de discursos y formas.
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En un contexto donde las ideologías de izquierda, derecha o centro están más manoseadas que fruta de supermercado, no se trata ya de sólo señalar los errores y negativos de un gobierno, sino de proponer y ofrecerle algo distinto para que la gente confíe en marcar la boleta a su favor. Y aplica para elección local o federal.
