Coahuila: Un oasis de energía renovable
COMPARTIR
Esta semana, estamos enfrentando una ola de calor histórica en más de 20 estados del país
Si alguien aún tiene dudas sobre la crisis climática global en la que estamos, solo es necesario revisar los titulares de las últimas semanas.
Hace unos días, Canadá inundó de humo a la Costa Este de Estados Unidos, debido a los incendios forestales incontrolables en Quebec. El año pasado, en Nuevo León y Coahuila tuvimos una temporada larga de incendios que devastaron enormes superficies de vegetación y hogares en las montañas, propiciando además una fuerte sequía. Australia, California, Europa, todas estas regiones han experimentado incendios y sequías de proporciones sin precedentes.
Esta semana, estamos enfrentando una ola de calor histórica en más de 20 estados del país. Los datos muestran claramente que la frecuencia y gravedad de estos eventos están aumentando, lo que desencadena problemas adicionales como la mala calidad del aire que afecta a nuestra salud y a nuestros hogares. Ninguna ciudad, incluyendo las nuestras, se salvará de estos fenómenos climáticos.
La crisis climática actual representa para Coahuila un enorme riesgo, pero nos ofrece también una serie de oportunidades que no debemos ignorar.
Por un lado, nuestra entidad cuenta con uno de los niveles más altos de radiación solar en el país, lo que ha permitido tener el parque solar más grande de América Latina en el desierto de Coahuila. Más de un millón de familias mexicanas reciben energía de sus 2.5 millones de paneles solares. Además, tenemos un gran potencial eólico, ubicándonos entre los cinco estados en México con mayor velocidad del viento. Actualmente, Coahuila tiene 377 megavatios de generación eólica, lo que ha reducido las emisiones en más de 529,000 toneladas de CO2 solo en el estado.
Estos proyectos demuestran que aún tenemos un gran potencial en nuestro estado para aprovechar los abundantes recursos renovables, y las condiciones económicas actuales ofrecen la oportunidad de convertir a Coahuila en un líder en estas tecnologías.
Lamentablemente, el 70% de la energía generada en nuestro estado todavía viene de fuentes fósiles, o sea, de la quema de carbón, petróleo y gas natural. ¿Qué podemos hacer para acelerar la transición energética de Coahuila?
Empecemos por aprovechar el impulso que nos brinda el fenómeno de nearshoring. La llegada de importantes inversiones al norte de México, especialmente en Nuevo León, con empresas como Tesla, proveedores de Apple, Hyundai y la expansión de KIA, puede generar una fuente importante de demanda para estos cambios. Actualmente, todas las empresas multinacionales tienen estándares de sostenibilidad o “verdes”. Por ejemplo, Tesla utiliza energías renovables en todas sus instalaciones, y Apple ha logrado neutralizar sus emisiones de carbono en sus operaciones corporativas globales, además de exigir a sus proveedores la neutralidad de carbono.
El gobernador electo, Manolo Jiménez, debe apostar por la infraestructura de energías renovables, no solo para abastecer a Coahuila, sino también para las empresas que se instalen en el noreste del país, incluyendo a Nuevo León. Esto hará que sea atractivo invertir en nuestro estado, no solo por la mano de obra y ubicación, sino también por las condiciones sostenibles que ofrecemos.
Debemos sentirnos motivados, tanto las y los coahuilenses como el nuevo gobierno estatal, para dejar un mejor lugar a las próximas generaciones, a nuestros hijos e hijas. El aire que respiramos y que respirarán debe ser limpio para que puedan crecer y desarrollarse. Por lo tanto, es no solo una oportunidad, sino también un imperativo que Coahuila se sume a la lucha contra el cambio climático y priorice un crecimiento económico sostenible.
Arturo Franco es un economista, escritor y emprendedor social lagunero. Actualmente, es vicepresidente senior del Centro para el Crecimiento Incluyente y coordino el libro “Un México Posible: una visión disruptiva para transformar al país” con Salvador Alva y José Antonio Fernández Carbajal.