Con las encuestas, Ambrosio ya tiene 2 carabinas
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Realidad histórica numérica de pasadas elecciones dice que cada 6 años, electorado vota contra el gobierno
Les platico:
La proporcionalidad de las encuestas está fuera de la realidad cuando sus números aterrizan en las cifras del electorado este 2024.
El más reciente botón de muestra de ello es la tan llevada, manida y traída encuesta del Grupo Reforma, que le dio hace dos semanas una ventaja a Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez.
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Fue la primera encuesta de ese periódico desde la salida de Lorena Becerra, el 2 de octubre de 2023, tras ocho años de ser la responsable de esa área periodística.
Ella se forjó un prestigio como tal y por ende, Reforma y El Norte, su nave nodriza, que está en Monterrey.
Sobre la encuesta citada se montaron AMLO y sus fanáticos repetidores para hociconear por todos lados, que este arroz ya se coció.
El pasado 19 de marzo, Reforma publicó que Claudia aventajaba por un 25 por ciento a Xóchitl.
Pero esa misma encuesta menciona claramente que de su universo de electores, 45 por ciento NO RESPONDIÓ.
Tal hecho le da a ese “resultado” la mitad de certidumbre sobre los números que presenta.
Ni sé quienes manejan ahora las encuestas de Reforma, pero sí sé quién es Lorena Becerra.
Se forjó en la escuela que dejó Andrés Meza en esos medios.
Meza fue el creador de las encuestas periodísticas políticas en América Latina.
Su ascenso se dio debido a la gran habilidad estadística que desarrolló −por un lado− y por el hecho de que Gallup −la madre de todas las encuestadoras− dejó de hacerlas en el ámbito político.
Tres vertientes hay para “explicar” lo que hizo Reforma al respecto:
Quienes ahora las hacen, no saben lo que hacen. Debió elevar la proporcionalidad del universo muestreado en su aplicación, hasta reducir por lo menos en un 20 por ciento el número de personas que NO QUISO responder. Claro, eso obligaba a duplicar su trabajo y tal cosa es muy complicada para un Grupo que acaba de enterrar a su periódico insignia, El Sol, vespertino centenario, del cual emergieron El Norte, luego Reforma (CDMX), Mural (Guadalajara) y que el 1 de diciembre de 2008, en su edición de estribo, la número 4 mil 018, vio morir prematuramente a Palabra, de Saltillo.
La encuesta citada se vendió al mejor postor. Me cuesta trabajo aceptar esta posibilidad. La cito sólo con fines estadísticos.
LA OPOSICIÓN LE GANA CADA SEIS AÑOS AL GOBIERNO
López Obrador ganó desde la oposición en 2018 con 29.7 millones de votos, un 53 por ciento de quienes fueron a las urnas.
El otro opositor, Ricardo Anaya (PAN), obtuvo 22.7 por ciento.
El candidato del partido en el poder (PRI), José Antonio Meade, se llevó el 16 por ciento.
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Al sumar los porcentajes de votos obtenidos por los dos candidatos opositores, llegaron al 43.9 por ciento, contra el 16 por ciento del priyista.
Este 2024, mínimo van a votar 60 millones, de un padrón de 99 millones, según datos del INE.
En las elecciones de 2018 votó el 66 por ciento del padrón.
En las intermedias de 2021, la participación fue del 48 por ciento sobre los electores con credencial del INE.
Morena y sus aliados obtuvieron ese año 22 millones de votos, la misma cantidad que ganaron PRI y PAN para sus diputados federales en esa elección.
Tomando en cuenta el porcentaje de abstencionismo, en las elecciones de junio próximo Morena podría tener 2 millones más, para alcanzar los 24 millones.
¿Hacia dónde se irán los otros 36 millones de votos?
Revisemos los datos históricos:
En las elecciones de 1988, al sumar los votos que obtuvo el Frente Democrático con Cuauhtémoc Cárdenas y los del PAN con Maquío Clouthier, superaron en un 17 por ciento a los que sacó Salinas de Gortari.
En las de 1994 sucedió algo similar: Sumando los votos de Diego Fernández de Cevallos (PAN) y de Cárdenas (FD) superaron en un 16 por ciento a los de Ernesto Zedillo, del PRI.
En las elecciones del año 2000, Vicente Fox (PAN) ganó como opositor con un 43.4 por ciento de los votos contra el 36.8 por ciento de Francisco Labastida (PRI).
En las de 2006, al sumar los votos que obtuvo AMLO (PRD) con los de Roberto Madrazo (PRI), superaron en un 11 por ciento a los de Felipe Calderón (PAN).
Enrique Peña Nieto ganó como opositor (PRI) en 2012.
Según el cómputo final del IFE, obtuvo 19.226.784 de votos (38.21 por ciento); López Obrador (PRD) 15.896.999 (31.59 por ciento) y la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, 12.786.647 (25.41 por ciento).
Resumen de esta elección: La oposición ganó 57 por ciento de los votos y el partido en el gobierno 43 por ciento.
Y en las de 2018 ya les platiqué lo ocurrido.
¿Qué nos dice esta referencia puramente numérica?
De 1988 para acá, cada seis años la mayoría de los mexicanos vota contra el gobierno.
Esto tiene que ver más con una posición de pensamiento social.
Es una realidad y no tiene por qué ser diferente este 2024.
Si se mantiene dicha tendencia, la gente votará contra el gobierno y como sólo hay dos candidatas −pues Máynez es una burla de Dante y Samuel− quien la tiene cuesta arriba es Claudia y no Xóchitl.
Hablamos de una base electoral de 24 millones.
De los otros 36 millones, a lo mucho, Máynez se va a llevar dos millones.
Así las cosas, 32 millones de votos serían para Xóchitl; 24 millones para Claudia y 2 para Máynez, tomando como referencia los resultados de las elecciones anteriormente citadas.
Esto, a pesar de que los alucinados dicen que como “este arroz ya se coció”, no tiene caso ir a votar dentro de dos meses.
Repetir como coros de loros la p3nd3jada esa del arroz cocido, busca regresar a México a la “dictadura perfecta” de 70 años, que Vargas Llosa calificó tan acertadamente, refiriéndose al PRI.
Los números que divulga la 4T son para que la gente no salga a votar en 2024, pues AMLO sabe que la gente va a votar este año contra su gobierno.
De hecho él es producto de dicha tendencia.
El gobierno conoce muy bien los números que acabo de describirles, porque toda mi estadística la obtuve directamente del INE, la misma fuente donde abrevan las bravatas de Morena y sus acólitos.
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Con base en la experiencia numérica de las últimas elecciones, si sale a votar el 65 por ciento del padrón electoral, es prácticamente imposible que Claudia gane.
Morena y sus aliados están concentrados en consolidar su base electoral. NO LA ESTÁN EXPANDIENDO.
Siguen hablando de 30 millones de electores que le dieron el gane a AMLO en 2018, pero su base real son 22 millones, por las razones que he expuesto aquí arriba.
Si acaso 2 millones más, los de Máynez, que está aquí sólo para quitarle votos a la real oposición.
Ni él, ni Dante, ni Samuel, ni el MC son oposición. Son vulgares paleros, como lo son el PT y el PVEM.
¿Entonces?
Xóchitl gana si busca expandir su base electoral.
Y si no lo hace, si sólo se atiene a las tendencias del electorado mexicano de los últimos años, va a ganar el 2 de junio, por más que las encuestas se vendan en su contra o se equivoquen en su proporcionalidad.
CAJÓN DE SASTRE:
Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván; la Ardiente, Ardorosa y Metiche Lady Rabietas Cachanilla; la Infame Ramle y el Inquisidor Beto Hogueras Fogatitas.