Discriminación y prejuicios: la lucha contra el VIH

Opinión
/ 5 diciembre 2021
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Como cada año, el 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) con la finalidad de dar a conocer los avances de la lucha contra el SIDA, además de recordar aquellas personas que perdieron la vida a causa de esta enfermedad.

Al finalizar el año 2020, de acuerdo con datos proporcionados por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), en el mundo hay más de 37.7 millones de personas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). De estas, las mujeres y niñas representan el 52 por ciento del total de la cifra.

Sin embargo, pese a su preeminencia, en la sociedad existe una concepción errónea referente al SIDA: se piensa que todas las personas portadoras de Virus de Inmunodeficiencia Humana padecen este síndrome y no es así. En realidad, el SIDA es la etapa final del VIH, misma que se puede prevenir con una adecuada atención médica. Esto significa que es necesario que el Estado garantice el acceso a una salud digna y libre de discriminación.

Dentro del ámbito nacional e internacional se encuentra protegido el derecho a la igualdad y no discriminación motivada por el origen étnico o nacionalidad, sexo, religión, edad, estado civil, preferencias sexuales, condición de salud o cualquier otra que atente contra la dignidad humana de las personas.

Desde el descubrimiento de esta enfermedad hasta la actualidad, la discriminación no ha cesado para quienes la tienen. Las personas no sólo padecen VIH/SIDA, sino que también son víctimas de violencia física y psicológica, con lo que se afectan gravemente sus derechos humanos. Esta situación se deriva, entre otras circunstancias, de la falta de información, sensibilización y empatía sobre el tema.

Símbolo de esta discriminación es como en el año 1981, con el reconocimiento del VIH como enfermedad, fue inicialmente catalogada erróneamente como “la enfermedad de los homosexuales” o “el cáncer de los gays”. Esto fue el resultado del desarrollo en la sociedad de tabúes respecto a las personas portadoras de dicho virus.

Por otro lado, también existe una percepción errónea en contra de las personas con VIH. Vivimos en una sociedad llena de prejuicios basados en la desinformación, además de que faltan garantías del derecho a la salud, a la igualdad y no discriminación por parte del Estado. Por lo tanto, desencadenan una serie de violaciones que atentan contra la dignidad humana de las personas con VIH.

En este sentido, la discriminación mas evidente es aquella ocasionada por los prejuicios y la desinformación establecidos en la sociedad. Estas circunstancias afectan gravemente la salud emocional y mental de las personas portadoras de VIH. Todo esto nos obliga a ser más empáticos con las personas que padecen la enfermedad, además de que nosotros mismos no estamos exentos de padecerla.

De igual forma, otro tipo de discriminación que afecta la prevención y erradicación del SIDA es la ejercida por las instituciones de salud al no brindar el tratamiento necesario para sobrellevar el VIH. Las causas pueden ser muchas, desde la falta de políticas públicas o presupuesto. Al no existir cura para la infección por VIH, un diagnóstico y tratamiento oportuno permitirán llevar una vida larga y saludable.

Además, a consecuencia de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de COVID-19, las personas con VIH se encuentran doblemente vulnerables. Las condiciones que se viven en la actualidad aumentan su situación de riesgo. Por ello es importante que el Estado, a través de las autoridades de salud, proporcione una atención digna para eliminar cualquier riesgo que afecte la salud de todas las personas con VIH. Puesto que es su obligación atender y prevenir dicha enfermedad.

En el mismo sentido, eliminar la desinformación sobre este tema nos compete a todas y todos. El desconocimiento y la ignorancia son algunas de las principales causas que generan discriminación, afectando la prevención y erradicación del SIDA.

Definitivamente, el COVID-19 no es la única pandemia que se vive en los últimos tiempos en el mundo. La desinformación y estigmatización generada y existente en contra de las personas con VIH es otra de las crisis que vivimos en la actualidad. Esto nos lleva a entender que prevenir y erradicar la discriminación contra las personas con VIH sigue siendo tarea de todas y todos.

El autor es alumno de la maestría en derechos humanos con perspectiva internacional y comparada de la Academia IDH

Este texto es parte del proyecto de Derechos Humanos de VANGUARDIA y la Academia IDH

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