Echa a andar el proyecto del Paseo Capital en la capital de Coahuila

A un año de iniciada su gestión como alcalde de Saltillo, Chema Fraustro logró aterrizar su proyecto de ampliar el sector al que ya desde hace años se le había dado el carácter de peatonal en el mero corazón de Saltillo, con la anexión de dos cuadras de la calle Juárez y el tramo de la calle Victoria que va de Allende a Padre Flores. Con una energía admirable y un conocimiento preciso de los viejos y los nuevos problemas que aquejan a la ciudad, Chema ha puesto especial interés en el programa de obras y en el asunto ya añejo de la problemática concreta que en materia de movilidad y abandono presenta el Centro Histórico de Saltillo, la ciudad que gobierna. En diciembre y al término de su primer año como presidente municipal, y con el apoyo del gobernador Miguel Riquelme, no quedó en su agenda casi ningún aspecto que no haya atendido o que no esté en vías de hacerlo, de esa infinita cantidad de cosas de las que debe encargarse el alcalde como jefe de la comuna.

Tal como el gobernador y el alcalde presentaron el proyecto los primeros días de diciembre, así arrancó. Esta semana, Agsal emitió el aviso oficial que del 17 al 30 del presente mes trabajará en obras de sustitución y reubicación de líneas de agua potable y drenaje sanitario, en diferentes puntos del sector, para adecuarlas a las necesidades de una zona peatonal. Posteriormente entrarán las compañías de servicios como Telmex, CFE y la multitud de empresas que ofrecen servicios de cable e internet para subterranizar sus líneas, que tanto afean a la ciudad.

El tema de las banquetas del Centro Histórico de Saltillo es recurrente en esta columna. Muchas veces se ha dicho aquí, a lo largo de casi 23 años, que el estado que guarda en ese sector el desnivel que separa casas y edificios del arroyo de la calle y que sirve para que la gente pueda caminar sin el riesgo de ser arrollada por los vehículos, es en dicha zona aún más riesgoso que si se caminara por el lecho mismo de la calle.

Otras veces he dicho aquí que la manera de caminar de los saltillenses en las calles del centro hace pensar a los extraños que seguramente somos muy piadosos y rezanderos por caminar con la cabeza baja, como si fuéramos repitiendo ruegos y oraciones para conseguir la indulgencia divina, y quizás terminen diciendo escandalizados: “¡Así será el tamaño de sus pecados!”. Nada más lejos de la verdad. La razón que nos obliga a caminar mirando el suelo es evitar, hasta donde sea posible, la inminente caída al pisar la orilla o meter el pie en uno de los múltiples huecos y pozos de la mayor parte de las banquetas del Centro Histórico. Pozos, baches, zanjas, adoquines viejos y alcantarillas, cajas de medidores de agua y registros sin tapas, constituyen uno de los rasgos más agresivos del rostro antiguo de nuestra ciudad, lleno de trampas para peatones y automovilistas, cuando precisamente por ser el sector más viejo debiera ser el que brindara mayor serenidad y tolerancia para quienes lo visitan o lo viven. El adoquín se instaló hace más de 40 años, y muy poco tiempo después se vio que no era el adecuado para pisos y banquetas de uso rudo por las piezas prematuramente desgastadas. Convertidas en peligrosas trampas para el peatón, aún permanecen allí después de casi cinco décadas.

Esta escribidora, que por razones de trabajo y de cariño hacia nuestra ciudad, camina frecuentemente por las calles del primer cuadro, le pide al señor alcalde que estudie la posibilidad de retirar de las banquetas del centro el adoquín sobreviviente, incluida la plaza de Armas, y con mayor razón ahora que su atinado proyecto rehabilitará y hermoseará la arteria que limita la plaza en su lado sur. Apoyemos el proyecto de Chema, sin perder de vista los saltillenses que, de manera integral, el Paseo Capital fue diseñado para solucionar factores de movilidad y acceso, mejoramiento de vivienda, procuración de estacionamiento y viabilidad de atracción y consumo turístico, todo con la añadidura de la seguridad y la estética urbana necesarias para hacer de Saltillo la capital que merece el Estado de Coahuila.