El TEC no es cantina
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En consecuencia del desprecio a la dignidad universitaria del Tecnológico de Saltillo por parte del Gobierno del Estado y el gobierno municipal, quienes utilizaron la explanada de su edificio principal como cantina VIP, los integrantes de la comunidad Burros Pardos paralizaron una importante vialidad de la ciudad. Esto, con la misión de prevenir que el patrimonio de todas y todos los saltillenses y el principal emblema arquitectónico de identidad para los alumnos del Tecnológico, se utilizara nuevamente para el disfrute de toda la clase política priista y las y los funcionarios del estado y municipio, así como de la esfera de empresarios y comunicólogos para “conmemorar” alguna otra festividad de México.
La comunidad estudiantil del Tecnológico de Saltillo decidió protestar con una consigna que retumbó en todos los rincones de Coahuila: “El TEC no es cantina”, para dejar de manifiesto esta humillación por parte de las autoridades y de los directivos del Tecnológico. Con una manifestación pacífica, demostraron luchar con la misma tenacidad de Venustiano Carranza, quien inspiró el nombre de esta importante vialidad, destapando numerosas problemáticas adicionales dentro de la institución, mismas que necesitaban de una solución urgente. Hablamos de un suceso histórico sin precedentes, debido a que en la escasa documentación que existe de movimientos estudiantiles en Saltillo no se tiene registrado haber bloqueado con un plantón y campamento de este tipo por 10 días consecutivos cerrando la circulación del bulevar Venustiano Carranza, causando simpatía en la mayoría de la sociedad saltillense y coahuilense.
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Ni en la época de la búsqueda de la autonomía de la Universidad Autónoma de Coahuila -UAdeC- ni en el movimiento de dignificación en 1984, se tiene registro de algo similar. Eso habla del heroísmo, resistencia y organización de las y los alumnos dentro de un estado controlado por el PRI-gobierno que se ha metido hasta las entrañas de las universidades, bloqueando cualquier tipo de expresión política contraria a sus intereses.
No obstante el esfuerzo memorable, la comentocracia y los medios corporativos de información de Coahuila afines al gobierno estatal y municipal, utilizaron su maquinaria comunicacional para tergiversar y descontextualizar el legítimo derecho a la manifestación, queriendo confundir a la ciudadanía local de que se trataba de un movimiento propiciado por agentes ajenos a la universidad y por la intromisión de partidos opositores al PRI-gobierno para generar inestabilidad en el Tecnológico y el gobierno de Saltillo.
Estos, posteriormente, cambiaron de manera drástica la narrativa culpando al gobierno de la 4ta transformación por las pésimas condiciones de infraestructura del Tecnológico y las ineficiencias de sus directivos, minimizando las problemáticas que originaron este suceso y deslindando la responsabilidad del gobierno estatal y municipal por los malos usos de su recinto universitario, como si los alumnos del Tecnológico no tuvieran conciencia y criterio propio. Por tal motivo, las y los estudiantes, inteligentemente, se manifestaron en redes sociales y comunicados de prensa, diciendo que eran ajenos a cualquier partido político.
Como mencioné anteriormente, esta heroica resistencia se ganó el respaldo de amplios sectores de la sociedad saltillense, sin embargo, el sector conservador de la ciudad, en particular una fracción del empresariado y los miembros de la Asociación de Hoteles y Moteles de Coahuila, pidieron a las autoridades desalojar al alumnado con la utilización de la fuerza pública. Además, el presidente de esa asociación declaró que ya tenía una lista negra de las y los alumnos que participaban en la protesta para ficharlos y evitar meterlos en la bolsa de trabajo de los hoteles y moteles. Es lamentable e irresponsable la actuación de esta ala de los empresarios de Saltillo.
La actuación de las autoridades estatales y locales fue pésima y deshonrosa. A pesar de que ellos eran los responsables directos de utilizar la explanada del Tecnológico de Saltillo como cantina VIP para su goce privado, tardaron en atender públicamente el asunto más de una semana, frivolizando una disculpa pública sin tomar la seriedad y asumir la responsabilidad del tema.
La utilización de los medios corporativos de información, las declaraciones del sector empresarial y el aparato estatal y municipal, son elementos que el gobernador Miguel Riquelme aprovechó para sacarle raja política a la situación, a pesar de que él fue, junto con el alcalde de Saltillo José María “Chema” Fraustro, uno de los responsables principales de utilizar al Tecnológico de Saltillo como cantina VIP. El gobernador aprovechó la situación para su beneficio particular en una futura candidatura para el siguiente proceso electoral, tratando de crear una idea de salvador en el imaginario colectivo de los saltillenses y coahuilenses como el personaje en solucionar el conflicto del Tecnológico de Saltillo, a pesar de que él no tiene ninguna competencia, ya que el Tecnológico de Saltillo pertenece al Tecnológico Nacional de México -TecNM- de la Subsecretaría de Educación Superior de la SEP.
En resumen, la lucha de las y los alumnos del Tecnológico fue auténtica, heroica y valiente, demostrando que nunca debe ser pisoteada la dignidad universitaria de los directivos y autoridades estatales y municipales. Sin embargo, la inexperiencia, la desorganización, el exceso de protagonismo, de liderazgos, el desgaste de las y los estudiantes y la falta de claridad política, siempre sobresalen en este tipo de coyunturas dentro de la mayoría de los movimientos estudiantiles. Mantener un movimiento es un proceso largo y complejo. Y si a ello le sumamos que las autoridades estatales y municipales, junto con los directivos del Tecnológico, tienen la habilidad, la inteligencia y todo un aparato organizado, era difícil que no sucediera la intromisión del gobierno del estado y municipal con una serie de sucesos que se configuraron para que el gobernador Miguel Riquelme aprovechara perversamente el conflicto.
Querer meterse a fuerza en el imaginario colectivo con una imagen de solucionador de problemas que ni siquiera están dentro de su jurisdicción, es un movimiento bajo y ruin por parte del gobernador. Y si a eso le sumamos que todo indica a que lo hace, además, para generar contraste entre que él “sí trabaja” y la 4T no lo hace, hablamos de un acto que pretende verle la cara no solamente a la comunidad estudiantil, sino a todo el electorado coahuilense.