En México la vida de un niño vale mil pesos

Opinión
/ 12 agosto 2025

Si la mamá de Fernando no hubiese tenido una necesidad económica, él seguiría con vida. Si ella hubiese podido contar con el apoyo de una institución bancaria, en vez de necesitar acudir a prestamistas, Fernando seguiría con vida

En México es frecuente que un fraude pueda escalar a una extorsión, es decir, en una amenaza para doblegar la voluntad de una víctima, a un hecho violento, como lesiones dolosas, violaciones, abuso sexual, secuestro, desaparición de personas u homicidio.

Ese es el caso de Fernando, un niño de 5 años que vivía en Los Reyes, La Paz, Estado de México, quien fue víctima de homicidio doloso como represalia ante una deuda de mil pesos que la familia no pudo pagar.

El 28 de julio los acreedores de dicha deuda secuestraron a Fernando debido a que su madre no había pagado. La madre acudió varias veces al domicilio de los prestamistas a solicitarles que le entregasen a su hijo. El menor siguió secuestrado hasta que la madre ya no supo de él.

Por ello, acudió a las autoridades locales, interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado y el 4 de agosto solicitó ayuda a la policía municipal, quienes finalmente ingresaron al domicilio de los delincuentes y encontraron el cadáver del menor.

A Fernando lo mataron porque su familia no pudo pagar mil pesos. Para los delincuentes la vida de Fernando valía menos de dicho monto.

¿Qué nos debería enseñar el caso de Fernando? Primero, que la necesidad económica de los mexicanos está lejos de haberse resuelto, a pesar de la amplia distribución de “programas sociales”; que el acceso al dinero –los préstamos– es caro y complicado; que existe una serie de vacíos legales que permite la operación de pseudoempresas e individuos en el sector financiero; que faltan mecanismos de denuncia anónima que lleven a la captura de los delincuentes; que la respuesta institucional es lenta y con ello se pierden vidas.

Si la mamá de Fernando no hubiese tenido una necesidad económica, él seguiría con vida. Si ella hubiese podido contar con el apoyo de una institución bancaria, en vez de necesitar acudir a prestamistas para resolver su problema económico, Fernando seguiría con vida.

-Urgen acciones preventivas y proactivas que limiten la actividad de pseudoempresas e individuos dedicados a prestar dinero con intereses leoninos.

-Se debe impulsar una campaña de sensibilización acerca de los riesgos que implica acudir a este tipo de esquemas de financiamiento.

-Se necesita fomentar mecanismos de acceso a préstamos más económicos, fáciles y rápidos en instituciones bancarias confiables.

Por mil pesos le arrebataron la vida a Fernando. Como sociedad nos debe avergonzar que la vida de alguien valga unos cuantos pesos –a mayor razón cuando hablamos de una cifra relativamente tan pequeña– y que quienes vivimos en este país –menores de edad y adultos– estemos en riesgo constante de ser víctimas de la violencia criminal que desde hace décadas azota a México.

@frarivasCol

Director del Observatorio Nacional Ciudadano

Director General del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad y Consultor para México del National Strategy Information Center. Licenciado en Economía y Comercio por la Università degli Studi di Perugia, Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Baja California. Cuenta con una Especialidad en Cultura de la Legalidad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México, es Maestro en Psicología por el Centro de Estudios Tecnológicos y Superiores de México y es Doctor en Estudio del Desarrollo Global por la Universidad Autónoma de Baja California y la Universidad de California en Los Ángeles. Cuenta con diferentes publicaciones en el tema de Cultura de la Legalidad. Líneas de investigación: Seguridad Pública, transparencia y Cultura de la Legalidad.

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