FAQ: ¿Qué es y para qué sirve un observatorio de medios?
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Nacieron como respuesta a la necesidad de comprender y estudiar los efectos de los medios de comunicación en la sociedad, la cultura, la economía y la política
Hace unos días, junto a destacadas investigadoras de la comunicación, como lo son la Dra. Ildebranda López Landeros (Anáhuac Mayab), la Dra. Paola Rivera Salas (BUAP) y quien suscribe (Universidad Autónoma de Coahuila), asumimos con ilusión, compromiso y mucha responsabilidad el liderazgo de la Red de Observatorios de Medios del CONEICC. Además de ser un reto de gran envergadura, consideramos importante reivindicar públicamente qué son los observatorios de medios y para qué sirven, con el fin de que conozcan esta gran Red.
La creación de los observatorios, al igual que los estudios de comunicación como disciplina, surgió tras los estragos de la Primera Guerra Mundial y cobró impulso científico después de la Segunda Guerra Mundial. Nacieron como respuesta a la necesidad de comprender y estudiar los efectos de los medios de comunicación en la sociedad, la cultura, la economía y la política. Esto se debe a que los medios tradicionales −como hoy ocurre con las redes, plataformas digitales e inteligencias artificiales− adquirieron influencia en decisiones cotidianas y en formas de pensar la realidad. Castellanos (2010) explica cuatro contextos y motivos históricos del origen de los observatorios:
1) En 1940, en Estados Unidos de América, Harold Lasswell trató de comprender cómo influían los medios en la opinión pública. Buscó medir su impacto en la ciudadanía durante las elecciones con el fin de comprobar su capacidad persuasiva.
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2) Durante la Guerra Fría surgieron observatorios enfocados en supervisar la responsabilidad informativa de los medios, en un contexto donde éstos se transformaron en negocios lucrativos. Su finalidad fue vigilar su compromiso con el bien común y denunciar posibles desvíos éticos.
3) A partir del Informe MacBride de 1976, promovido por países no alineados en la UNESCO, nacieron observatorios institucionales. El documento denunció la concentración del poder mediático en manos de grandes potencias y su influencia cultural en países en desarrollo. Estos observatorios buscaron crear herramientas para documentar y visibilizar desigualdades comunicativas a nivel global.
4) Otros observatorios surgieron en el ámbito universitario, ya sea por estudios específicos o a través de centros de investigación (Herrera, 2006).
Jesús Martín-Barbero (2002) vincula su aparición al desarrollo democrático en países sudamericanos tras las dictaduras de los setenta y ochenta. Uno de los pioneros fue el de la Universidad Central de Venezuela, fundado en 1995. Después se sumaron Argentina, Brasil, Colombia y México con esfuerzos de universidades, ONG e instituciones públicas, como la ROM-CONEICC, CIMAC y redes internacionales como el Proyecto Latinoamericano de Medios de la Fundación Friedrich Ebert, Espacio La Tribu y el Observatorio Internacional de Medios / Media Watch Media.
Los observatorios son organizaciones con raíces en la defensa de los derechos humanos, el fortalecimiento de la sociedad civil, la representación de género, la cobertura electoral, la sostenibilidad en medios, la alfabetización mediática crítica y la promoción de políticas públicas para un consumo y producción más éticos. Pueden estar integrados por ciudadanos, académicos, activistas y profesionales (Larrosa-Fuentes, 2012). Según Rey (2003), sus funciones son: 1) monitorear los medios, 2) señalar la agenda pública, 3) formar a las audiencias, 4) promover el acceso y derecho a la información, y 5) fomentar la participación social en la producción y uso de contenidos.
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Los resultados de sus monitoreos sirven para informar a la ciudadanía sobre decisiones que afectan la esfera pública y la calidad democrática. Han incorporado agendas ciudadanas en temas como juventudes, infancias, feminismo, comunidad LGBTIQ+, verificación informativa, cultura digital, discursos de odio, noticias falsas, inteligencia artificial, nuevas audiencias y temáticas emergentes que se posicionan como de interés público.
La ROM-CONEICC es un esfuerzo nacional que vincula a 22 observatorios de distintas universidades e institutos públicos y privados de todo México. Formalmente, se instaura en 2013, aunque el trabajo colectivo tiene orígenes desde finales de los noventa e inicios de los 2000. Trabaja temas de comunicación electoral y política, sustentabilidad, comunicación responsable, movimientos sociales, estudios de género, nuevos medios, por mencionar algunos. En ella han participado brillantes investigadores e investigadoras, pioneros en el desarrollo científico de la disciplina. Participar y liderar la ROM es motivo de orgullo, de reconocimiento a la trayectoria y de profundo agradecimiento por construir, desde la investigación y discusión rigurosa, una sociedad mejor y un semillero de futuros científicos en el país.