Firmar pagarés: un acto que todos deben evitar
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Quienes firman un pagaré en blanco suelen hacerlo porque se encuentran en estado de necesidad. La legislación debe modificarse para protegerles ante tales abusos
Un documento legal del que casi cualquier persona ha escuchado hablar es el pagaré. Pero lo que pocas personas saben es que se trata de un título de crédito cuya suscripción puede comprometer de formas que, en algunos casos, pueden resultar muy perjudiciales.
Y es que de acuerdo con la definición legal de dicho documento, basta que exista para exigir que sea pagado, independientemente de las razones por las cuales se hubiera firmado, e incluso si ya se hubiera cubierto su importe pero, al hacerlo, la persona que lo suscribió olvidó recogerlo y destruirlo.
Debido a lo anterior, de acuerdo con la literatura legal, el pagaré es un documento que debiera utilizarse solamente en operaciones mercantiles, pero no en acuerdos entre particulares. Sin embargo, se trata del documento más usado en los casos de préstamo, debido a las ventajas que tiene a la hora de reclamar su pago por la vía judicial.
El problema es que ello se presta a múltiples abusos, sobre todo por parte de personas que se dedican de manera informal al préstamos de dinero y a quienes coloquialmente se conoce como agiotistas o usureros.
Una de las prácticas más comunes en este sentido, como se consigna en el reporte que publicamos en esta edición, es obligar a quienes solicitan un préstamos a que firmen un documento en blanco, de forma que luego puede ser reclamada cualquier cantidad que se escriba en éste.
De acuerdo con el presidente del Poder Judicial, Miguel Mery Ayup, en más del 40 por ciento de los casos que se dirimen en los juzgados mercantiles de Coahuila -y que involucran el cobro de un pagaré- se alegan alteraciones en el documento por parte del deudor.
“He reiterado muchísimas veces que no firmen pagarés en blanco, por favor, eso es lo peor que pueden hacer cuando van a una financiera, cuando van con un prestamista a pedir dinero. No firmen los pagarés en blanco, si tienen dudas vayan y firmen los pagarés por el préstamo que van a recibir en la Defensoría Pública para que les asesoremos”, señaló el juzgador.
La advertencia del titular del Poder Judicial de Coahuila es sin duda correcta y debiera ser atendida de manera puntual por toda persona que solicita un préstamo. Sin embargo, también es cierto que el estado de necesidad en el que suelen encontrarse quienes recurren a préstamos a través de particulares o empresas establecidas les llevan a firmar estos documentos en blanco.
Cabría esperar por ello que se legislara para convertir en una conducta ilícita el aprovechar la condición de vulnerabilidad de las personas, o su desconocimiento de los alcances legales de un acto de esta naturaleza, para forzarle a firmar un pagaré en blanco.
Porque mientras la legislación no castigue el abuso por parte de quienes tienen la ventaja en las operaciones de este tipo, seguramente seguiremos conociendo de casos en los cuales un préstamo que originalmente era por un monto modesto termina convirtiéndose en motivo para la pérdida del patrimonio de una familia.