Son personas que impulsaron de una manera disruptiva el progreso de nuestra región en el periodo comprendido entre finales del siglo XIX y principios del siglo XXI; se trata de cuatro individuos; tres empresarios y un político, de ellos, dos nacieron en Saltillo, otro en Irlanda y uno en Sudáfrica. Sus nombres en orden cronológico son: William Purcell, Isidro López Zertuche, Óscar Flores Tapia y Elon Musk.
William Purcell: Desplegó su intensa actividad empresarial teniendo como sede la capital de Coahuila, iniciando ésta en 1871, una vez que nuestro país logró superar cinco lustros de inestabilidad después de la Independencia, al surgir un clima propicio para los negocios. Purcell fue un empresario con una gran visión, y el arrojo suficiente para arriesgar su capital y el de sus socios, tanto mexicanos -algunos de Saltillo-, como extranjeros. Algo importante fue haber posicionado a nuestra ciudad en el mapa económico mundial, destacando por sus actividades de exportación en la minería, el algodón y pieles para la confección de guantes, con la consecuente generación de divisas; libras esterlinas y dólares, principalmente.
Sus negocios crearon numerosos empleos, y algo digno de mencionar: utilizó maquinaria y tecnología de punta para la época, lo que tuvo un efecto positivo en la modernización de la economía local. Fue fundador de la Cámara de Comercio de Saltillo.
Isidro López Zertuche: Saltillense. Comenzó a trabajar desde muy joven para sostener a su familia en la casa “Dámaso Rodríguez”. En 1914 cuando los revolucionarios confiscaron el negocio su vida dio un giro, para fundar con varios socios la “Ferretera del Norte”, donde con la ayuda de un empleado, Cipriano Martínez, fabricó un troquel para moldear tubos. Su carácter innovador lo llevó a importar maquinaria moderna, recurriendo al crédito para producir ollas. En 1932 fundó la “Cinsa”, origen del Grupo Industrial Saltillo (GIS).
Las empresas de don Isidro producían primordialmente para el mercado interno, en el periodo de la llamada sustitución de importaciones, y su fábrica de monoblocks fue factor crucial para la instalación de las plantas automotrices en la región.
Óscar Flores Tapia: Pese a no haber sido empresario, ni haber estudiado economía, su visión e intenso cabildeo para traer a Ramos Arizpe a General Motors y a Chrysler, provocaron un cambio estructural en la economía regional, dando lugar al surgimiento de la plataforma exportadora. Luego de haber sido rechazado por las “fuerzas vivas” para llegar a la presidencia municipal de nuestra ciudad, logró años después, ascender a la gubernatura, y sin reparar en agravios del pasado se dedicó a realizar su gestión.
Elon Musk: Emprendedor e innovador en el sentido schumpeteriano, su decisión de instalar Tesla en Santa Catarina coloca esta mega inversión en el radio de influencia de la industria automotriz en Ramos Arizpe y Saltillo, lo que tendrá fuertes impactos en la región. No hay que perder de vista que este proyecto pudiera ser la base de despegue para ascender hacia sectores de alta tecnología, utilizando talento, energías renovables y poca agua. Teniendo como base al sector automotriz, el reto será movernos hacia negocios más sofisticados, amigables con el medio ambiente, apoyados en tecnologías digitales, y con mejores salarios.
Estos cuatro personajes, cada uno con su estilo y visión, tienen un factor común: el haber impulsado obras de infraestructura para que sus negocios pudieran prosperar. Purcell construyó un ferrocarril y el ferroducto de Sierra Mojada, don Isidro, fundó “El Colegio México” para generar recursos humanos, y su ejemplo dio origen con el tiempo al Instituto salesiano Tecnológico “Don Bosco”. Flores Tapia apoyó con vialidades, electricidad y facilitó la compra de los terrenos de GM, y Musk invierte en plantas tratadoras de agua y en sistemas de energía renovable.
Llama la atención, que el tiempo transcurrido entre los principales logros de estos personajes ronda los 50 años. ¿Se trata de un ciclo definido o una simple casualidad? Ante las limitaciones presupuestales del gobierno, los jóvenes emprendedores pudieran tomar la estafeta del progreso regional. Esperamos que los ejemplos aquí reseñados, sirvan de inspiración a las nuevas generaciones.