Fronteras candentes: ¿invasores deportados o trabajadores repatriados?

¿Son invasores deportados o trabajadores repatriados?

No entraron muchos hacia allá por la puerta, sino por las ventanas de la clandestinidad.

No hubo en su entrada registro ni papeles de autorización.

TE PUEDE INTERESAR: Donald Trump: Pronóstico de tormenta desinformativa

Buscaron en sus destinos trabajo y lo consiguieron en áreas de mucho esfuerzo y escasa remuneración.

Ellos la hicieron rendir y no dejaron de enviar la mensualidad para sus familiares que acá se quedaron.

Eran los ilegales, los mojados, los migrantes, los sin papeles. Ahora son buscados hasta en los hospitales, las escuelas y las iglesias para ser deportados.

EMPUJÓN Y ABRAZO

Son mexicanos y de países centroamericanos y de más al sur. Engrosan las filas los que no son mexicanos y no fueron directamente enviados, en vuelo, hasta sus naciones, sino empujados a tierras de este país contiguo.

Desde el país del norte se expulsa a los “invasores” y este país del sur abraza a los repatriados para darles protección, albergue, alimentación, indumentaria, transporte, actualización documental, oportunidad de trabajo, atención médica e inscripción en las ayudas de bienestar social.

De allá para acá es un empujón y de acá para allá es un abrazo fraterno. Es el propósito que requiere actitud y prontitud para evitar esperas deshumanizadas en Piedras Negras o Tijuana y demás ciudades de nuestra candente frontera.

La Iglesia había organizado albergues para los que iban y ahora serán aprovechados por los que regresan. Ha aportado un mapa de todos ellos en el territorio nacional.

Son los repatriados un gran potencial laboral de múltiples destrezas y habilidades aprendidas en su destierro.

MOVILIDAD SALTILLENSE

Para evitar embotellamientos, avances a vuelta de rueda y riesgo de impactos involuntarios, ya se ordena el tránsito en el puente emblemático del sarape.

Señalamientos, cámaras, semáforos sincronizados, mantenimiento de pavimentación, modernización del transporte público irán siendo pasos sucesivos para que nuestra ciudad sea también un modelo de movilidad inteligente y actualizada, como ya lo es en seguridad y competitividad.

TÉ CON FE

-¿Todos tenemos fecha de caducidad?

-Sí. Muy bien grabada. Con tinta imborrable. Invariable. Ni un día más ni un día menos.

Pero, desde la fe, no importa tanto lo que caduca, sino lo que resucita.

Por eso a ese término no le llamamos muerte, sino Pascua. Significa paso a la vida plena y eterna, si la vida temporal estuvo bien vivida, en la verdad y en el amor, o se purificó con la reconciliación con el Padre Creador, siempre misericordioso.

Desde la fe, vivir es un constante renacer, estrenar y resucitar...