Hagamos una tregua por lo menos en esta Semana Santa que ya se inicia

Nos encontramos en estos días en que la madre iglesia en todo el mundo conmemora la muerte de Jesús el Cristo, y que con toda intención, para la celebración, he querido apartarme de las trivialidades mundanas que nos acechan, sobre todo, a nuestro entorno tan contaminado por todo lo insano que deriva en lo podrido y que es generado por las actitudes perversas de humanos que no tienen humanidad, pues nuestro país constantemente sufre con la imposición de cuotas en la producción de asesinatos y desapariciones y que el gobierno federal se empeña en desmentir, pero que el olor a muerte lo delata al expandirse cubriéndonos con rapidez debido a la proclividad al poder y al dinero que quieren obtener a como dé lugar.

En unos días más comenzaremos las campañas políticas en el estado y en unas horas más empezará la Semana Santa, días de guardar en recuerdo del juicio más injusto en la historia de la humanidad, en donde llevaron a la crucifixión al hombre que dio la vida por nosotros, y que en su memoria, en lugar de imprimirle a nuestras relaciones interpersonales su ejemplo de hacer el bien actuando con respeto y justicia, nos dedicamos a injuriar, a denostar e incluso a matar a nuestro prójimo. Es una triste realidad la que vivimos a diario. Realidad que no puede esquivar la autoridad.

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Dejemos de lado la farsa preelectoral al menos durante esta Semana Santa y no nos expongamos al contagio del que nos hacen partícipes los medios, por exigencia gubernamental, de machacarnos recurrentemente una serie de sandeces de los candidatos que tratan de convencernos de que ellos son el remedio a la solución a nuestros problemas, a pesar de que en muchos de los casos algunos son históricos, lo que se traduce en que si son históricos es porque no les han dado solución y solo son utilizados como una atracción que les permita la suma de votos.

Lo que considero que debemos hacer los que sí tenemos fe, es aprovechar este tiempo para pedir que se lleven a cabo las elecciones de junio próximo con total limpieza y transparencia, con el objetivo de que se cumpla con la voluntad popular respetando una democracia que el elector siempre ha deseado, pero que los infieles, a veces, mediante actos de magia muy gastados, la han desaparecido para tratar de ganar por la fuerza, por lo que desechemos esa demostración mediante actos de madurez política en donde sean reconocidos los candidatos que escoja la gente.

Aquí en Coahuila los políticos de todas las administraciones públicas han dicho hasta la saciedad que en nuestro estado nació la democracia con el prócer Madero, lo cual es cierto, entonces lidiemos por que eso suceda respetando a los triunfadores de la siguiente jornada electoral, y entonces sí vanagloriarnos de ese estatus del cual no muchos estados puedan presumir.

Despejemos el velo de lo neblinoso del ambiente social que está provocando la situación por la que nos está llevando el clima preelectoral, y pugnemos por que no sean unas elecciones dirigidas mediante la utilización de estrategias oscuras, asimismo que nuestra voluntad no sea intimidada ni por las arengas de los contendientes que en estos eventos se muestran como salvadores de la problemática ciudadana, de eso los electores ya estamos cansados y desilusionados, pues esa película siempre la hemos visto en las fechas en que se realizan votaciones.

Debemos estar preparados de manera que contribuyamos con nuestra participación en las campañas, exponiendo las necesidades que deban conocer los candidatos a las alcaldías, diputados federales y senadores dándoles a conocer las necesidades reales y exigiendo la solución que beneficie a la población, y no que realicen acciones simuladas que solo atraigan la popularidad con el fin de que a futuro, por conveniencia propia, les abra las puertas de otros puestos de mayor jerarquía.

Que esta tregua santa nos beneficie a todos.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf