del enemigo público

Opinión
/ 11 octubre 2021

El tema de la inflación ha vuelto a posicionarse en la agenda económica durante las últimas semanas. Es necesario reconocer que no es un problema exclusivo de la economía mexicana, sino que está afectando a países tanto avanzados como emergentes. Lo que en un principio se presumía que era un problema de carácter transitorio, ahora parece que no lo es tanto y esto empieza a preocupar a los bancos centrales.

En días pasados el Fondo Monetario Internacional publicó en su blog Diálogo a Fondo, un artículo de opinión titulado “Amenazas de inflación en una recuperación de características desconocidas”. Un interesante análisis sobre la actual coyuntura que trata de entender no sólo la realidad presente, sino las potenciales amenazas a corto y mediano plazo que pudieran incidir en una inflación aún más persistente.

Llaman poderosamente la atención dos ideas centrales que se abordan en dicho artículo:

Las perspectivas de inflación a largo plazo se encuentran ancladas. Tomando en consideración las tasas de inflación explicita en una muestra de bonos de deuda gubernamental correspondiente a catorce naciones, nos dan elementos para presumir cierto grado de estabilidad en este indicador. No obstante, los riesgos de un “desanclaje” en las perspectivas de inflación a largo plazo, están cada vez más presentes.

Los riesgos de un brote persistente en la inflación. Resulta inevitable preguntarse sobre los escenarios que pueden materializarse y desatar condiciones para que la inflación se convierta ya en un problema de más largo plazo. El reporte del FMI es muy preciso al respecto al señalar que esas amenazas se concentran en cinco aspectos: i) compromisos de gasto público que lleven a fuertes presiones fiscales, ii) episodios constantes de depreciación en las monedas de los países, iii) escasez de oferta en los países avanzados, iv) aumentos en los precios de alimentos, y v) una inflación que supere durante un período prolongado de tiempo la meta establecida por los bancos centrales.

El pasado jueves el Inegi publicó la inflación de septiembre, resultando una cifra de 6%, el doble de la meta de Banco de México. Asimismo, en la anterior decisión de política monetaria, se incluyeron en dicho comunicado las proyecciones para los siguientes trimestres.

Destaca que en lo que resta del año el incremento de los precios seguirá escalando, para que a partir del próximo año inicie un proceso gradual a la baja y alcanzar hasta el tercer trimestre del 2022 el rango objetivo de inflación.

En los años previos a la pandemia habíamos disfrutado de un período de tiempo con precios estables y relativamente bajos. El intruso, el enemigo público se ha hecho presente de nuevo.

Economista y Catedrático de la Universidad La Salle Saltillo

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