Este México surrealista, artístico, multicultural y demás apelativos es un país patriota.
Mucha es su soberanía que se pone sobre la mesa. El maíz que es antecesor a cualquier moda o intervención contemporánea es un elemento fundamental en nuestra cocina tan patriótica.
Las flautas que de ser tortillas pasan a ser unas grandiosas flautas doradas en su buena manteca de cerdo y ahí llega la suave patria para enriquecer la gastronomía nacional.
Lechuga verde, crema y queso frescos y salsa roja. La bandera que nos identifica.
Las tostadas de tinga este guiso poblano cargado de cebolla, chipotle y al gusto de cada quien puede ser de pollo, res o chorizo y su buen orégano, sobre este plato dorado de maíz, en donde vuelven los colores patrios gastronómicos.
Y el pozole , el poderoso pozole (Pozollí en Nahuatl), espuma, los Aztecas veian la explosión del maíz cacahuacintle, como la espuma del mar. Lo hay verde, blanco y rojo, con cerdo, pollo o mixto. Pero no termina ahí, la lechuga, el rabanito, la salsa de chile de árbol. Otra bandera sin duda.
Y así podría mencionar tantos platillos, no solo el chile nogada, hay patria y para todos los gustos.
Los taquitos, los tlacoyos, los sopes, las quesadillas, los peneques, las chalupas, las memelas, las garnachas, su majestad el pambazo. Estos manejares decorados patrióticamente para recordarnos todo el tiempo lo mexicanos que somos. Donde ves verde, blanco y rojo sabes que ahí está México. Y con un poco de creatividad hasta el águila se postra en la mesa.
Ya viene septiembre, puede empezar a invocar a Hidalgo, Josefita, Leona Vicario y Morelos para sentarlos a celebrar esta libertad que nos da en este arte culinario.
Así que empiece a crear su platillo patrio, con salsa roja o verde, un buen queso fresco, una crema ácida, siempre como la pimienta de la chef Edna. Tomates rojos, rábanos, verdolagas y quelites de toda índole.
Y si quiere rematar una banderita de tequila.
Y arriba México
La siguientes semanas compartiré unas buenas recetas patrias.