La ley de la selva

Opinión
/ 24 enero 2025

Sin duda alguna, en Coahuila estamos en la gloria. En nuestros estados vecinos, y en general en todo México, es incontrolable la inseguridad pública

Es de noche. Caminas por una calle solitaria y oscura. Tanta tranquilidad despierta tus nervios. El silencio reina, sólo escuchas el ruido que hacen tus zapatos al deslizarse por el pavimento, y a lo lejos oyes a un perro ladrando con desesperación. La oscuridad te asusta y caminas cada vez más rápido, como si alguien te siguiera. El viento sopla y las ramas de los árboles se mueven de un lado a otro, haciendo un ruido como de película de terror. En lo único que piensas es en llegar a tu casa, pero todavía está lejos.

Nunca habías caminado a solas tan noche, pero ahora no tuviste alternativa. De pronto, al cruzar la calle, descubres que hay un individuo parado en la esquina. Al principio crees que es un velador, pero te mira de una forma tan rara, que te imaginas lo peor. Comienzas a inquietarte, pero sigues tu camino. Pasas al lado del sujeto fingiendo una total tranquilidad, sin embargo, aceleras tu paso cada vez más. Caminas casi corriendo. Escuchas que esa persona extraña te dice algo, pero no le haces caso, no tienes por qué entablar una conversación con desconocidos.

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Sigues tu camino y cuando parece que el peligro desapareció, sientes que alguien va tras de ti. Volteas hacia atrás disimuladamente y te das cuenta que es el mismo sujeto que estaba parado en aquella esquina. Tratas de correr, pero es inútil. El individuo te toma del brazo y te amenaza con una filosa navaja que sientes en tu espalda para que le des todo lo que traes. Con tristeza miras por última vez el reloj que te regalaron tus abuelos y le entregas al ladrón todas tus cosas de valor. Él te las arrebata, se va corriendo y se refugia en la oscuridad de la noche en espera de un cliente más. Tú no haces nada, sólo te quedas en medio de la calle temblando de miedo y de rabia, y ruegas a Dios para que llegue otro ladrón y no tengas ya nada para darle.

¿Cuántas historias parecidas has escuchado? En nuestros días la delincuencia ha ido incrementándose. Los tiempos en que podías dejar las ventanas de tu coche abiertas o en los que se podía caminar solo en la noche, han quedado atrás. Ahora, todo es diferente. Con la crisis económica actual, cada vez es más difícil vivir, por lo que muchos optan por entrar al mundo de la delincuencia para así poder conseguir el pan de cada día.

Un indicador fiel de que ha ido aumentando la inseguridad en nuestro país son los titulares de los periódicos: “Asalto millonario a un banco”, “Le arrebataron la vida por 500 pesos”, “Roban bicicleta a cartero”, “La violan en pleno día”, “Secuestran a empresario”.

Según datos oficiales, durante la administración de Andrés López hubo más de 200 mil asesinatos, cifra considerablemente mayor a las víctimas de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y de Felipe Calderón.

Sin duda alguna, en Coahuila estamos en la gloria. En nuestros estados vecinos, y en general en todo México, es incontrolable la inseguridad pública. Ejecuciones, asesinatos, agresiones sexuales, robos bancarios y de automóviles, asesinatos de activistas y de periodistas, y secuestros, son el pan de cada día en nuestro país.

Ante esta terrible realidad, debemos implementar ciertas medidas a nivel personal para evitar ser víctimas de un robo, un secuestro, o una violación.

Por un lado debemos evitar llamar la atención usando relojes de valor exorbitante o joyas llamativas, pues eso nos convierte en el blanco ideal de todo ladrón. Asimismo, cuando salgamos de casa nunca descuidemos la bolsa o la cartera, ni entablemos conversación con extraños, ni abrir la puerta de nuestra casa a un desconocido. Cuando vayas en el coche, pon los seguros y cierra las ventanas, pues ha habido muchos casos en que los ladrones aprovechan un descuido del conductor para robarle sus pertenencias, o incluso el coche.

Evita caminar a solas, especialmente si es de noche. Nunca vayas por calles mal iluminadas, pues éstas son las preferidas de los asaltantes. En cajeros automáticos, saca el dinero en horas de máxima afluencia de público

Son muchas las recomendaciones que pueden hacerse, pero de nada sirve si no las ponemos en práctica. Recordemos que cada día debemos enfrentarnos a la ley de la selva, en donde el que se salva es el que toma las mejores medidas para cuidarse y para cuidar a los suyos.

aquientrenosvanguardia@gmail.com

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