La nueva hegemonía
COMPARTIR
“Yo he visto desaparecer los árboles que eran el collar y la vida de esta pobre calle. He llorado las muertes de mis compañeros árboles”
Amparo Poch.
Toda la vida he habitado el centro. Es curioso y contradictorio que la casa que habito hace más de 40 años de manera intermitente, pero siempre aquí, fue construida encima de una vivienda tradicional de la zona. Recuerdo cuando éramos niños salir a brincar en los charcos y poner barquitos de papel en las cunetas cuando llovía y la calle de Juárez se convertía en un río, recuerdo también a mi abuelo sentado en el zaguán de su casa con la puerta abierta, disfrutando del viento que entraba por la corriente suave favorecida por su disposición y sus materiales, saludaba a quien pasara por ahí; después alguno de sus hijos lo cuestionaba y él siempre respondía con amplio conocimiento sobre su familia, donde vivía y hasta con quien se casó y cuántos hijos tuvo.
Hoy esa casa en donde comía los domingos, pasé navidades, me enseñaron a rezar el rosario y me aprendí las letanías, recibí y repartí abrazos, corrí por su patio central y jugué a las escondidas; es un antro. También recuerdo esas largas caminatas a la calle de Victoria y pasear sin rumbo por esos lugares que nos pertenecían y en donde nos sentíamos seguros. Este fin de semana la escritora Irene Vallejo habla en una de sus publicaciones sobre el ágora y los espacios públicos, el énfasis está en los elementos que componen estos espacios y que revitalizan las ciudades y la convivencia humana en ellos, entre algunos de estos elementos: los árboles. En este sentido, también en días pasados, la tragedia de los árboles talados en la principal avenida de nuestra ciudad, que están ahí (estaban) desde que tengo uso de razón. La preocupación es la misma. Pero, ¿por qué, al parecer, sólo a unos cuantos nos preocupa?
La palabra hegemonía, deriva del griego eghesthai, que significa conducir, ser guía, ser jefe, estar al frente. Otras definiciones indican que es la supremacía que ejerce un estado o pueblo sobre otros por tener superioridad militar, política o económica. Sin embargo, este concepto, se aplica también a la superioridad de cualquier tipo. Por esta razón, cuando he escrito sobre edificios hegemónicos, me refiero precisamente a las construcciones que por su trascendencia histórica, arquitectónica o por su tamaño ejercen esta superioridad sobre los demás, principalmente la vivienda tradicional o la arquitectura menor, donde su importancia recae en lo cotidiano, en las historias y memorias que en sus espacios guardan, como la casa de mis abuelos.
En otro sentido, Gramsci, filósofo, teórico, político y sociólogo italiano, define la hegemonía más allá de lo tradicional, donde el filósofo defiende el poder de las alianzas y, más allá de escribir sobre términos políticos, la idea central es que, la nueva hegemonía a la que se refiere Gramsci, es la de los colectivos, los trabajadores, los ciudadanos de a pie. Retomando a Vallejo, ella menciona que: “Hoy, pese a las proclamas verdes, las ciudades talan árboles, los parques menguan, y proliferan las plazas de hormigón. Desaparecen los bancos donde sentarse a dejar pasar las horas gratis, dónde sentir la bienvenida de una convivencia improvisada... quien no quiere o no puede gastar, exiliado del consumo, solo puede circular, como peatón errante.” Triunfa la hegemonía del cemento sobre la sombra de un árbol, el aire acondicionado sobre las plazas y los jardines públicos, el auto sobre el peatón, el capital sobre las personas y los seres vivos.
El giro de la trama sería defender las alianzas o la nueva hegemonía de los colectivos, de los que se apropian de las ciudades donde fluye el espacio y se convierte en una prolongación desde lo privado y hacia lo público, los sitios comunes, el respeto por la vida, su conservación y su diversidad, defender la nueva hegemonía de las ideas y las acciones a favor de nosotros mismos de manera equitativa, como dice la escritora: allí, en la convicción de que juntos pensamos mejor, se edifica la conversación pública que nutre la democracia.