Hermanos Treviño Morales, una historia de horror para Coahuila

Coahuila
/ 28 febrero 2025

En septiembre de 2012, la fuga de 132 reclusos del Cereso de Piedras Negras expuso prácticas extremadamente violentas dentro del penal, donde se utilizaba ácido para deshacer cuerpos

Algunos de los 29 criminales recientemente extraditados a Estados Unidos por el gobierno mexicano protagonizaron algunos de los capítulos más dolorosos en la historia de Coahuila, que incluso llegaron a tocarse en libros de tiraje internacional y en series de televisión.

Se trata del Z-40 y el Z-42, a quienes, entre otros múltiples asesinatos y desapariciones, se les atribuye la autoría de eventos como la Masacre de Allende, el asesinato del hijo del exgobernador Humberto Moreira y un sinfín de enfrentamientos armados en la franja norte del estado, donde comandaban.

TE PUEDE INTERESAR: Destaca Luz Elena Morales trabajo a favor de las mujeres coahuilenses

Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, el Z-40 y Z-42, llegaron a Coahuila, según las investigaciones de la DEA respecto a los personajes, desde aproximadamente 2003, como un brazo operativo del Cártel del Golfo.

De acuerdo con los “Juicios de Texas”, para 2005, el mando de ambos hermanos, asentado en Piedras Negras, empezó a separar sus operaciones del CDG, reclutando a otros traficantes de drogas que operaban en la entidad, extendiéndose a municipios como Morelos, Zaragoza y Allende, para llamarse “Cártel de los Zetas”.

Aunque entre la población fronteriza era conocida la presencia del grupo criminal, los primeros años pasaron sin que a nivel nacional se supiera sobre los primeros sucesos entre desapariciones y balaceras que dejaron muertos a su paso.

El estallido más álgido de la violencia ocurrió finalmente en marzo de 2011, cuando, debido a una filtración que se hizo a la Agencia Antinarcóticos (DEA) de Estados Unidos, los halcones que formaban parte del equipo de los hermanos Treviño Morales iniciaron una cacería en el estado.

Este suceso, que fue mejor conocido como la “Masacre de Allende”, tuvo el registro de por lo menos 300 personas desaparecidas, que los Treviño ordenaron para ajustar cuentas con quienes los habrían traicionado: Héctor Moreno, Alfonso Cuéllar y José Luis Garza.

Al día de hoy, se ha documentado que muchas de las desapariciones de ese fin de semana de mediados de marzo fueron tanto de personas que eran familiares lejanos de Moreno, Cuéllar y Garza, aunque también desaparecieron trabajadoras domésticas, jardineros y amigos.

Activistas en el norte de Coahuila han insistido que esta “Masacre”, de la que se han documentado indicios de cuerpos incinerados en diversos ranchos de la zona, no solo se registró en Allende, sino que los sucesos violentos se propagaron incluso en Piedras Negras, Morelos, Nava, Villa Unión y Zaragoza.

Se sabe que en la zona se registraron más de mil 400 llamadas a teléfonos de seguridad posiblemente reportando los hechos en los que, además, se destrozaron e incendiaron autos, casas y negocios, y que, por amenazas, no fueron atendidas por las autoridades de emergencia, como lo revelaron elementos de Bomberos.

TE PUEDE INTERESAR: Rápel y senderismo en la Sierra de Zapalinamé: ¿qué hacer y qué no hacer antes de ir?

Varios meses después de aquellos hechos, en septiembre de 2012, la fuga de 132 personas en el Centro de Reinserción Social Varonil de Piedras Negras terminó por revelar que, al interior de dicho centro penitenciario, eran desaparecidas personas a quienes “cocinaban” con ácido hasta diluirlas en los patios.

Estos hechos, que también se le atribuyen a los Zetas, fueron confesados en la propia investigación de Allende, donde se documentó que el grupo criminal ingresaba por la puerta frontal del centro para “cocinar” a las personas e incluso, otros criminales también podían salir y después regresar.

Un capítulo más registrado en 2012, que se le atribuye a los Zetas, ocurrió en octubre de ese mismo año, con el asesinato de José Eduardo Moreira, hijo del gobernador Humberto Moreira, en Acuña, situación que desplegó fuertes operativos en la entidad.

Días después de ese asesinato, se registró en la entidad el asesinato de uno de los brazos del cártel, Heriberto Lazcano, el Z-43, quien fue abatido en el municipio de Progreso, en la Región Carbonífera. La noticia se conoció más por el abatimiento, gracias a que el cuerpo habría sido robado por miembros de su organización del Servicio Médico Forense.

En todo ese año, Piedras Negras registró un sinfín de balaceras que contabilizaban registros de cuatro, seis, nueve muertos, entre civiles, elementos policiacos y personas abatidas.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, de las tres mil 658 que el gobierno reconoce todavía como desaparecidas y no localizadas en Coahuila, al menos mil 316 personas desaparecieron mientras estuvieron en el estado.

Aunque después de 2013 hubo un silencio en este tipo de sucesos, Miguel Ángel y Omar Treviño Morales fueron detenidos en 2013 y 2015 cerca de Coahuila, en Nuevo Laredo, Tamaulipas y San Pedro Garza García, Nuevo León.

En una entrevista que sostuvo la Fiscalía de Personas Desaparecidas de Coahuila tras la detención de Omar Treviño, éste reveló a las autoridades que una posibilidad para encontrar a los desaparecidos era “buscar en las presas”. Sin embargo, también les manifestó tener conocimiento de las actividades de búsqueda.

TE PUEDE INTERESAR: Abraham ‘N’ no saldrá libre: prisión preventiva por agresión a don Daniel en Piedras Negras

Otra de las masacres que se le atribuyen a este grupo, pero que no se registró en Coahuila, fue la “Masacre de San Fernando” en 2010, donde el grupo armado cobró la vida de 72 personas migrantes que transitaban por Tamaulipas con destino a los Estados Unidos.

En entrevistas con VANGUARDIA, la Fiscalía General del Estado había dado cuenta de que los hermanos Treviño Morales no estarían en una posibilidad inmediata de cumplir con la justicia en Coahuila, toda vez que primero tenían que resolverse los asuntos de orden federal; sin embargo, con la extradición, el tiempo para la justicia en la entidad quedaría en suspenso.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM