Las tonterías (de siempre) en una mesa de LatinUs

Opinión
/ 11 septiembre 2023

Es de agradecer que este fin de semana una mujer de nombre Claudia Hernández tuvo la confianza suficiente para sentarse en una mesa de chismes y hablar con la verdad. El alineamiento de los bandos políticos más importantes del país detrás de Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum provoca estas confesiones de parte y qué bueno. De verdad que sí. Necesitamos que los representantes del conservadurismo sigan pensando que el Pueblo es tonto y que nadie se da cuenta de lo que dicen.

Dicha mesa se transmite por el canal de televisión por internet de Loret de Mola en LatinUs. Se sintió en confianza y por eso se soltó y habló con seguridad y arrojo, hasta simpática creyó ser. Le acompañaron Lorenzo Córdova, Jesús Silva-Herzog Márquez, Aguilar Camín, Dresser y el mismo Loret. Por eso digo que ha de haberse sentido en confianza: nadie le iba a refutar nada porque todos piensan igual. Se perciben fascinados con su aparente frescura y lo innovador que parecía ser todo aquello que decía.

TE PUEDE INTERESAR: Falta mucho, pero ya falta menos para que en Coahuila termine el neoliberalismo

Rescato a la letra un fragmento de la participación de la antes mencionada y fue retomado por Renata Turrent en su cuenta de X:

“Imagínate que te la pasas todo el tiempo durante cinco años con un discurso de que los pobres son buenos y los ricos son malos, ¿no? Los fifís y los chairos y dividiendo con esta narrativa... y de repente resulta que tu candidata es turbo fifí y la contraria es bien chaira. O sea, en el imaginario, bajo su misma narrativa, Xóchitl es la que vendía gelatinas y Claudia tiene un doctorado y se apellida Sheinbaum y estudio en el extranjero donde van a aprender solamente a robar”.

Lo sorprendente no es lo vacío del argumento (acaso pudiera llamársele así), sino la audacia que le transmite estar acompañada de tanta gente que procura −así como ella− adaptar la realidad a su forma de pensar y no al revés. Se ha explicado hasta el cansancio que el principio del obradorismo que reza “arriba los de abajo y abajo los privilegios” se refiere a beneficiar prioritariamente a quienes más lo necesitan con programas que ayuden a que la gente pueda gozar plenamente de más derechos y terminar con los privilegios que impedían y distorsionaban el acuerdo social. No es un ataque ni personal ni político a quienes tienen para vivir de manera holgada. Vaya, lo que dice es “abajo los privilegios” no “abajo los ricos”.

TE PUEDE INTERESAR: Resultados y aconteceres: Morena rumbo al 2024 y Coahuila al descubierto

Como tampoco significa que la experiencia de vida de una persona la define como “chaira” o “fifí”, sino su posición política frente a la injusticia y la desigualdad. ¿Cómo va a ser “turbo fifí” Claudia Sheinbaum después de su gestión al frente de la Ciudad de México? Más derechos, más seguridad, más bienestar, todo sin aumentar impuestos y sin corrupción. A la luz de Xóchitl Gálvez que cuando fue delegada de la Miguel Hidalgo lo que hizo fue negocio al amparo de su poder político, al ser contratada su empresa de seguridad y tecnología por otras empresas que construyeron en su tiempo al frente de la administración local gracias a los permisos que ella misma les otorgó. Se antoja difícil suponer que se es “chaira” sólo por decir groserías y usar huipil.

Basta escuchar la manera en la que Claudia Hernández dice lo que transcribí anteriormente para uno darse cuenta de que pensar políticamente y construir un argumento que trate de explicar mejor la realidad, no forma parte de su rutina de trabajo. Siguen sin entender nada y sin hacer el esfuerzo para ello. Una vez más, reitero: necesitamos mejores adversarios políticos.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM