8M: Saltillo se tiñe de morado, una marcha por la libertad, la justicia y la igualdad (video)

Este 8 de marzo, Saltillo se pintó de morado con una ola, integrada por miles de mujeres y niñas, que inundó las principales calles de la ciudad.

Las manifestantes salieron a las calles con un mismo propósito: exigir un alto a la violencia, justicia para las que han sido víctimas, así como para demandar un cambio verdadero en las condiciones laborales y sociales que permitan a las mujeres vivir y trabajar en un entorno seguro.

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Desde abogadas, doctoras, ingenieras y maestras hasta psicólogas, madres y trabajadoras sociales, todas alzaron la voz en una misma lucha. Entre ellas, muchas mujeres señalaron que la sociedad aún no ha comprendido el alcance de su lucha y, por el contrario, algunos sectores siguen desacreditándola, sin embargo, la determinación de quienes marcharon hoy en Saltillo es inquebrantable.

Al arribar al Congreso del Estado, se encontraron con un Palacio protegido, que tomaron como lienzo para pintar leyendas, demandas y símbolos: “Hemos tomado las calles y hemos demostrado que no nos van a callar, que no vamos a retroceder ni un paso. Vamos a seguir construyendo la resistencia y exigiendo justicia. Luchando por un futuro donde la vida de cada una de nosotros tenga valor, donde la igualdad sea una realidad”, señalaron.

Las madres marcharon para que sus hijas puedan crecer en un mundo libre de violencia. Entre los contingentes, algunas compartieron sus historias de dolor y lucha.

“Fui víctima de abuso, mi hija también sufrió un toque inapropiado de una persona cercana. Espero algún día vivir sin miedo, y que mi hija se sienta segura en su propia casa”.

Como ella, cientos de madres se unieron al contingente buscando un futuro en el que sus hijas no vivan con miedo de ser tocadas, abusadas o de no regresar a casa tras salir a la calle.

Mientras tanto, las madres de varones marcharon con el objetivo de derribar el sistema patriarcal y machista que ha convertido a la sociedad en un lugar inseguro para las mujeres. “Es nuestra responsabilidad enseñarles a nuestros hijos a ser hombres respetuosos”, dijo una de ellas.

Las maestras también formaron parte de esta jornada, alzando sus voces no solo por sus alumnas, sino por todas las mujeres que forman parte de sus vidas. “Queremos enseñarles a nuestras niñas a luchar y recordarles que nada es más fuerte que una maestra que enseña a sus alumnas a defenderse”, comentó una de ellas.

Las maestras también señalaron la importancia de crear entornos escolares seguros y de igualdad, donde cada niña pueda desarrollarse sin las barreras de la discriminación y el abuso.

Por su parte, psicólogas y trabajadoras sociales, quienes tienen un contacto directo con las víctimas de violencia, compartieron su dolor al ver cómo las mujeres continúan siendo víctimas de violencia física, emocional y económica.

“Es desgarrante ver el sufrimiento de las mujeres. Mi lucha es para que las futuras generaciones vivan sin miedo”, expresó una de ellas.

Una de las novedades de esta marcha fue la participación de conductoras de plataformas de transporte como Uber y Didi, quienes alzaron la voz por su derecho a trabajar sin temor a ser víctimas de acoso o violencia por parte de los pasajeros.

“Queremos trabajar en paz, sin miedo a no regresar a casa”, expresó una de las conductoras, mientras otras coincidieron en que la violencia de género sigue siendo una realidad diaria en el ámbito laboral.

El ruido de los tambores, que ha trascendido fronteras, también tuvo una representación destacada. Mujeres que participan en este movimiento a nivel nacional, se unieron para cantar al ritmo del tambor, un símbolo de resistencia y conexión con su esencia femenina.

”Este canto no es un grito de guerra, sino un canto de amor y empoderamiento”, explicaron las participantes, mientras encendían atados de salvia para purificar y proteger la energía de la marcha.

Con cada paso, las mujeres de Saltillo reafirmaron su compromiso con la lucha por una vida libre de violencia.