Los mexicanos: ‘¡Va mi vida en prenda!’

En este momento, el imaginario colectivo -es decir, la suma de las mentes- de las mayorías de los mexicanos ya no está ubicado en las elecciones del pasado 2 de junio.

De distintas maneras dichas mentes transitaron a tres preocupaciones centrales para ellas: Una, el engaño amoroso de Nodal, cantante regional de música mexicana, a la reguetonera argentina llamada Cazzu, con la cual él procreó una niña de 8 meses en su relación de dos años con la cantante. La tercera en discordia es Ángela Aguilar, también cantante regional e hija de Antonio Aguilar hijo; y la cual, para muchos cibernautas ya adquirió el estatus de Karla Panini (ex Lavandera) cuando arrebató el marido a su comadre (la otra Lavandera) Karla Luna mientras luchaba contra un cáncer que finalmente la derrotó.

TE PUEDE INTERESAR: Xochilovers, a terapia

Dos, el ingreso de Mario Bezares -otrora patiño de Paco Stanley- al “reality show” “La casa de los Famosos de México 2”. Esto ocurre -curiosamente-, en el momento en el cual sale al aire -en Prime Video- la serie sobre el asesinato de Stanley: ¿Quién lo mató...? Y que arroja sospechas del papel de Bezares en su homicidio. Para abonar al escándalo, Paul Stanley, hijo del actor, también formará parte del “reality show”.

Finalmente, está por iniciar la Copa América; el máximo torneo de fútbol en América Latina que contará con la participación de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, México, Canadá y Estados Unidos, entre otros equipos. El torneo durará un mes, aproximadamente.

¿Tendrán cupo en ese colectivo imaginario -integrado por las mentes de las grandes mayorías de mexicanos- las secuelas de las elecciones del pasado 2 de junio? Como por ejemplo, las acusaciones de fraude electoral de Estado que incluye -de manera sistémica a lo largo de seis años-, los siguientes criterios: Una operación electoral desde la presidencia de la República a través de las mañaneras; un ejército de casi 20 mil “Servidores de la Nación” realizando trabajo electoral los 365 días del año; un aparato propagandístico que incluyó medios de comunicación oficiales y redes sociales; una infiltración de “intelectuales o líderes de opinión” afines la 4T en medios nacionales de relevancia; una dispersión, de al menos, 3 billones de pesos en programas sociales y transferencias económicas directas; una aplicación puntual de los recursos de gobierno federal y de 22 gobiernos estatales morenistas para la compra de votos el día de la elección, en la cual, el crimen organizado actuó de manera puntual y estratégica para favorecer el triunfo de Morena. Más aún, ese 2 de junio, votaron migrantes, robaron actas y urnas y quemaron casillas a favor del partido guinda.

Por esas mentes mayoritarias, tampoco pasan las 18 reformas constitucionales que serían aprobadas por la nueva Legislatura en el mes de septiembre; todavía, bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador. Reformas que regresarían a México a los años 70s, con visos autoritarios más radicales, que en aquel entonces.

Estos mexicanos distraídos o enajenados por el fallido romance de Nodal y Cazzu, el affaire de Mario Bezares y Paco Stanley o la Copa América de fútbol, vivirán quizá, por una generación más, bajo un régimen que controlará el Poder Judicial -para ejercer su propia ley-; al Instituto Nacional de Acceso a la Información -para cubrir sus actos de corrupción- y al Instituto Nacional Electoral -para ganar las elecciones a mansalva-.

Por ello, este régimen que los gobernará, no tendrá contrapesos para su poder, que crecerá de manera omnímoda y tiránica; para concentrarse de manera ilimitada en la presidenta o presidente del momento.

Pero como bien dirían, de poder hablar, las mentes de ese colectivo imaginario mayoritario de mexicanos: “Por Nodal, Cazzu, Bezares, Stanley y el fútbol, va mi vida en prenda...”.