Los museos en México son del siglo pasado
Un museo debe pasar, según sus planteamientos, de explicar los fenómenos a imaginar el futuro, a activar los pensamientos crítico y creativo
El título de esta columna lo extraigo de la conferencia magistral que diera Silvia Singer en “Volvernos a ver”, coloquio número 24 de la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología, realizado en Guadalajara el 4 y 5 de mayo pasados.
Y sí, esta continuidad en las formas de administrar y concebir las labores de los museos plantea una cierta inercia, un mucho de comodidad, ya que se conocen fórmulas que han sido heredadas. Sin embargo, Singer, bióloga y especialista en museología didáctica invitó a no hacer copias de otros museos, instó, por ejemplo, a hacer una transformación de una exposición que se reciba, a través de la curaduría, para que dicha exposición se convierta en una propuesta local.
Puso el acento en una idea que compartimos o intuimos: nuestros museos son muy similares a los museos de hace 50 años. Y fue más allá: “nuestros museos son museos del siglo pasado y así hay que asumirlo”. Si bien los museos son espacios para apoyar el currículo escolar y pasar el tiempo libre, también deben aspirar -dijo-, a brindar información útil para vivir y transformar la realidad. Esto implica un fuerte compromiso social.
Se refirió a la generación Z, los niños y jóvenes llamados centennials, quienes son parte importante del público de los museos. Este grupo, destacó, tiene intereses claros: las emociones y la imbricada salud emocional, los temas ambientales, la desigualdad y el agua. Posee además una mayor empatía por el resto de las personas que otras generaciones. Además, añade Singer, esta población se percibe a sí misma como agente de cambio y es más susceptible.
Silvia Singer, Premio International Council of Museums (ICOM) México 2013 a la trayectoria museística, se planteó también perspectivas para la tercera década de este siglo XXI, que deben ser abordadas por los museos: la pobreza, la equidad, la violencia, el cambio climático, la salud emocional, la salud integral y la temática urgente local.
Un museo debe pasar, según sus planteamientos, de explicar los fenómenos a imaginar el futuro, a activar los pensamientos crítico y creativo, y a descubrir la transversalidad de los temas, como es el caso del medio ambiente.
Expuso además la necesidad de modificar la idea de que la o el curador sea quien decide qué comunicar sin tomar la opinión de sus públicos. Invitó a integrar la participación de los públicos en los procesos curatoriales.
Pidió constituir comunidades de aprendizaje y transformar la realidad en colaboración con los diferentes tipos de público. Añadió que los competidores de los museos no otros museos, sino otros espacios de entretenimiento. Me pregunto entonces si toda esta transformación implica incluso querer ser un parque de diversiones, o bien, un espacio tomado por comunidades para modificar condiciones sociales o culturales. Así, el concepto clásico del museo está convulsionando, pues en este orden de acontecimientos, ya no son menores los cuestionamientos sobre el saqueo para conformar los primeros museos.
En este coloquio al que acudieron más de 80 colaboradores de museos de ciencia de nuestro país, la especialista también puso su mirada en el concepto de colonización y habló de lo que no siempre se quiere nombrar: la ciencia está colonizada en sus mensajes. Entonces, es imperativo decolonizar los procesos en el museo por un lado y transformar la realidad que se vive, a través de procesos colaborativos que se gesten en el interior mismo de los museos. Esto implica diseñar contenidos no desde los intereses de las cúpulas en cada museo, sino desde y con los actores sociales, quienes no son un público inerte que consume, sino que propone lo necesario.
Fue relevante en el panel final del coloquio, el enfoque de los museos como esos espacios que abracen y den cuenta de movimientos como el feminismo, la inclusión, la diversidad sexual y del lenguaje, así como la necesidad de añadir normativas que protejan al personal de los museos en cuestiones de violencia o acoso. Al parecer, luego de los resultados del coloquio, en nuestro país, los museos de ciencia deben seriamente reinventarse e integrar las narrativas ciudadanas.
Museo proviene del griego museion, que significa lugar dedicado a las musas o casa de las musas, esas diosas de las artes, las ciencias y los saberes, del mundo helénico.